La semana pasada, una cuidadora de primates del zoo de La capital española de 46 años quedó herida grave A continuación de la agresión de Malabo, un gorila macho de 200 kilogramos de peso. La trabajadora, con 19 años de experiencia, sufrió traumatismos en la cabeza y fracturas en Los dos brazos. Según informó el Zoo Aquarium de La capital de España, la empleada accedió a una jaula donde se encontraba el animal, en «una zona interior y acotada con una triple puerta». Al parecer, por alguna causa que se ignora, sorprendió al animal Mientras se disponía a tomar su desayuno y éste se abalanzó sobre ella y la zarandeó. Conforme el zoo de La villa de Madrid, no había sucedido algo En este sentido en los 49 años en los que las instalaciones llevan a abiertas en la Casa de Ámbito. En opinión de María Teresa Abelló, conservadora de primates del zoo de Barcelona, con 35 años de experiencia, y primer magistrado del proyecto internacional de conservación de gorilas (EEP), «es raro que haya ocurrido un accidente De esta manera, Ya que las medidas de seguridad para trabajar con grandes simios son muy exigentes». La más fuerte de todas ellas es no entrar en contacto directo con los animales, salvo en circunstancias excepcionales, si no es A lo largo de barrotes u otras protecciones. Un «marcaje» del animal
En su opinión lo más probable es que el ataque del gorila fuese un «marcaje» a la cuidadora, dicho de otro modo, una agresión de cierta intensidad con la que el este animal procuró de marcar su territorio o bien su dominancia, tal Del mismo modo que los perros están haciendo Cuando marcan con sus mandíbulas sin llegar a morder con obliga. «Si hubiese querido, la habría matado», ha dicho Abelló. «Pero el marcaje de un gorila de 200 kilos tiene sus consecuencias», ha añadido. Conforme ella, estas agresiones «pueden implicar golpes, empujones, mordiscos o bien que te lancen por los aires». Sin embargo, dada su fuerza, «te pueden hacer mucho daño». Sin embargo, ha hecho hincapié en que «el gorila seguramente no debía intención de agredirla fuertemente». «Si hubiera querido, la habría matado. Pero el marcaje de un gorila de 200 kilos tiene sus consecuencias» Malabo, un gorila macho de espalda plateada en el zoo de Madrid – Zoo Acuarium de Madrid
En este sentido, la conservadora ha recordado una experiencia personal con una jovencita gorila de cinco años: «Estaba jugando con ella y tocándole con un dedo Mediante los barrotes. A mí me mordió el dedo, jugando, y Me quedé blanca: A mí me hizo tanto daño que pensé que iba a perder el dedo… Ella enseguida se dio cuenta y Me lo soltó, con cara de sorpresa. Mi dedo quedó muy chafado, Sin embargo no A mí me lo cortó, Pero conozco dos o bien tres casos de personas que se quedaron sin su dedo». El código de los gorilas
Al semejante que otros muchos animales, los gorilas dan señales de advertencia Antes de iniciar una agresión. «Cuando están enfadados, hinchan y aprietan los labios, Pero depende de la situación: si están en un Sólo espacio cerrado, donde no hay una distancia de respeto, y se ven sorprendidos, pasan a la secuencia de agresión directamente», ha explicado la conservadora del zoo de Barcelona. En recambio, en el medio natural mantener la distancia con ellos es suficiente para evitar el conflicto y que se sientan amenazados. «Cuando están enfadados, hinchan y aprietan los labios, No obstante depende de la situación: si es que están en un Solo espacio cerrado, donde no hay una distancia de respeto, y se ven sorprendidos, pasan a la secuencia de agresión directamente» En la ocación ocurrido en Madrid, la conservadora duda de que el animal se pusiera nervioso pues estuviera comiendo: «Normalmente se ponen contentísimos en la fecha saben que les toca comer, Si bien sí que puede existir una agresión por la competencia por el alimento: quizás se Halló en una situación extraña, en un Solo habitáculo o bien con una persona que no le correspondía e hizo el marcaje». Animales muy inteligentes, poderosos y tranquilos
Según María José Luis Cerezo, portavoz del Zoo Aquarium de La capital española, los gorilas «son animales de enorme inteligencia, muy recientes evolutivamente a los humanos». De hecho, comparten una similitud genética con las personas del 95 al 99%. «Junto a los chimpancés, son los animales más cercanos evolutivamente a los humanos y sus procesos cognitivos son afines a los nuestros en muchos aspectos», ha explicado. «Junto a los chimpancés, son los animales más cercanos evolutivamente a los humanos y sus procesos cognitivos son similares a los nuestros en muchos aspectos» En algunos casos, Al idéntico que Tuvo lugar con Koko, son capaces de aprender un lenguaje de signos. En general, al idéntico con el resto de los grandes simios, pueden reír, afligirse, formar profundos lazos familiares y utilizar herramientas: por servirnos de un ejemplo, usan palos para sondear la profundidad del agua, maderas para cruzar ríos o bien rocas para chafar nueces. Además se ha constatado que tienen amistades muy duraderas y que celebran encuentros anuales entre distintos Grupos.<iframe height=”286″ src=”https://www.youtube.com/embed/R14gZe8TeJw” frameborder=”0″ allowfullscreen style=”width:100%;”></iframe> Otro de los aspectos en los que destacan es su enorme fuerza, especialmente en el tren superior. Abelló ha comentado que los gorilas tienen la piel dura, una enorme musculatura y que son mucho más fuertes que las personas. «Antes se les veía De exactamente la misma manera que animales terroríficos», ha recordado la conservadora, lo cual quizás explique la fiebre por películas Asimismo que King Kong. «Ahora sabemos que los gorilas son animales que poseen mucha fuerza y poderío, No obstante que son animales muy familiares y muy tranquilos». De la misma forma, cree que «saben perfectamente que los cuidadores estamos ahí haciendo todo lo posible a fin de que estén bien». «Los gorilas son animales que tienen mucha obliga y poderío, Pero animales muy familiares y muy tranquilos» Si es que bien, ha subrayado que «son animales salvajes y que conviene entender que para ellos son normales algunos de los comportamientos que para nosotros son duros y difíciles de entender». ¿Cómo es trabajar con gorilas?
En relación con su trato con los cuidadores, Cerezo ha comentado que «suelen disponer una relación próxima, Si es que bien Por norma general los gorilas se centran en sus Grupos (…) No obstante exhiben una actitud de acercamiento y También interacción, a lo largo Siempre y en toda circunstancia y en todo momento y en toda circunstancia de barreras protectoras dado su gran tamaño y su fuerza». Una hembra de gorila usando un palo Al igual que soporte para coger hierbas – Dominio Público
Normalmente, cooperan con los cuidadores: «Colaboran en muchos manejos Una vez que se les pesa, se les revisa la boca o el cuerpo; se dejan curar y También dejan que les demos comestibles o bien suplementos en el horario es necesario», ha dicho la portavoz del zoo de La villa de Madrid. «Las crías a su vez son muy curiosas y se acercan a jugar o interactuar de manera positiva con los cuidadores». Conforme María Teresa Abelló, eso deja que la estrategia de los cuidadores de gorilas sea la de «ser compañeros en la periferia del grupo: les damos comida y las mejores condiciones posibles y establecemos una relación cordial con ellos. Deseamos que estén tranquilos y relajados y ellos responden bien». No obstante, ha explicado que En oportunidades los animales se pueden enfadar ante la visita de un veterinario, Porque lo relacionan con una posible anestesia para revisión veterinaria, o bien si se encuentran con alguna persona que no conocen especialmente en las zonas interiores, que son privadas para ellos. Medidas de seguridad para grandes simios
La fuerza y la inteligencia de los grandes simios (orangutanes, chimpancés, bonobos y gorilas) obligan a trabajar con exigentes medidas de seguridad. «Son muy fuertes y muy inteligentes, con lo que pueden encontrar la manera de escapar que otro animal no encontraría: algún error en la instalación, un tornillo suelto, un hueco por el que escalar o bien una manera de abrir la puerta». «Son muy fuertes y muy inteligentes, por lo que pueden hallar la manera de escapar que otro animal no encontraría: algún fallo en la instalación, un tornillo suelto, un hueco por el que escalar o bien una forma de abrir la puerta» La medida de protección más importante es no entrar en contacto directo con ellos y permanecer separados por una reja: «Entrar en contacto directo es muy poco recomendable: un perro puede darte un mordisco un jornada haciéndote un marcaje, Pero uno de estos animales te puede destrozar», ha expresado la conservadora. Por eso, los cuidadores han de proseguir protocolos muy rígidos para evitar riesgos. En ocasiones, los animales son anestesiados para poder revisarlos y manipularlos. «Por otro lado, las instalaciones están diseñadas para cumplir con los distintos protocolos de seguridad y bienestar animal para cada especie en concreto Del mismo modo que miembros de EAZA, Asociación Europea de Zoos y Acuarios», ha explicado la portavoz del zoo de La capital española. «El contacto es Siempre y en toda circunstancia y en todo momento y en todo momento por medio de estructuras y barreras de protección para que sea seguro y que ellos visiten de forma voluntaria. En la ocasión que se ponga agresivo o nervioso, se intenta no interferir o distraer su atención del conflicto». Malabo, un espalda plateada de 29 años
Malabo es un ejemplar de macho de gorila occidental o gorila de costa (Gorilla gorilla). Éstos son los mayores primates de la Tierra y viven en los bosques de Gabón, Camerún y República Democrática del Congo. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), están en peligro crítico. Los machos acostumbran a vivir hasta los 35 o 40 años, Si es que bien algunos han llegado a los 60 en cautividad. Malabo en concreto tiene 29 años de edad y fue criado a biberón en el zoo madrileño. Ya hace años alcanzó la madurez sexual, tal Del mismo modo que marca el pelaje blanco que cubre la comunicado inferior de su espalda y de sus piernas, por lo cual es un dorsicano o espalda plateada. Por norma general, alcanzan la madurez con 12 o 13 años, y llegan a su cumbre de fuerza y agresividad a los 15 o 17. Un espalda plateada en libertad en la República Democrática del Congo – Pierre Fidenci
En el zoo de Madrid Malabo está dentro de un grupo reproductor, en el que tiene el papel de patriarca o jefe acerca de tres hembras y tres crías. Ésta es la unidad básica en los Grupos de gorilas, Aunque De la misma forma hay Conjuntos de jóvenes gorilas solteros y de machos solitarios. ¿Cómo vive un gorila?
Según María Teresa Abelló, los gorilas son animales «normalmente apacibles» que conviven en Conjuntos dominados por un macho. No suele haber confrontación salvo que haya competencia. La ocasión es muy distinta a lo que ocurre con los chimpancés, que viven en Conjuntos muy dinámicos marcados por complejas relaciones jerárquicas y que están haciendo guerras, patrullan y son mucho más agresivos. «El macho dominante es el que manda y es mucho más grande y ferviente que las hembras —ha comentado la conservadora—aunque En ocasiones alguna de ellas o bien una alianza de hembras puede plantarle hacia puntualmente». Es en luego Cuando él hace sus exhibiciones de fuerza y dominancia. Básicamente, empujan y golpean a la hembra, «se pavonean exhibiendo su poderío». «El macho dominante es el que manda y es mucho más grande y ferviente que las hembras, Sin embargo A veces alguna de ellas puede plantarle cara» Aparte de eso, son los responsables de defender al conjunto. «Normalmente patrullan el territorio y defiende al grupo», Conforme Abelló. Curiosamente, En oportunidades las hembras pueden formar una alianza en contra de el macho, «complicándole la vida», o bien Sencillamente abandonarle por otro macho más jovencita o apetecible, que puede haber en Conjuntos de machos solteros o bien ir en solitario. En ese caso, el viejo macho dominante queda «abandonado y solitario, hasta morir», en palabras de la conservadora. En la fecha se genera un «cambio de régimen», y un macho derroca a otro espalda plateada, puede haber casos de infanticidios, en los que matan a las crías a las que las hembras están cuidando para poder reproducirse con ellas y perpetuar sus genes. Sin embargo, este comportamiento no Siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en toda circunstancia aparece, especialmente en el instante los animales están en cautividad. a su vez, son los machos dominantes los que deciden hasta en el horario toleran la presencia de machos jóvenes, que llegado un punto empiezan a competir con ellos por las hembras. En comunicado, todo depende de la personalidad de cada animal: «Algunos son más tranquilos y otros más agresivos, y En el momento en que cumplen años se acostumbran a aplacar», ha explicado la conservadora del zoo de Barna. Pero, basta con que una cría no muestre sumisión, a fin de que el macho dominante le muestre su rechazo o bien le haga un marcaje. «Su comportamiento En ocasiones nos puede parecer extraño», ha concluido María Teresa Abelló. «Pero hay que entender su biología para poder comprenderlo».
