Los agujeros negros supermasivos, regiones del espacio con masas de mil millones de soles, surgieron por 1era A partir del colapso de las primeras estrellas, menos de mil millones de años a continuación del Big Bang. Hasta ahora, los astrónomos han tenido dificultades para explicar de qué manera estos gigantes pudieron crecer tanto en tan poco tiempo, Sin embargo una nueva investigación tal vez pueda arrojar luz acerca de el tema. Con la ayuda del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), ubicado en el desierto de Atacama (Chile), estudiosos italianos han descubierto seis galaxias cerquita de de un agujero negro supermasivo tan Sólo 900 años posteriormente del origen del universo. Es la 1era vez que observan un conjunto tan apiñado en una temporada tan temprana del cosmos. El hallazgo apoya la teoría de que los agujeros negros pueden crecer rápidamente dentro de enormes estructuras afines a una tela de araña que contengan en su interior grandes cantidades gas para alimentarlos. «Esta investigación se dirigió impulsada, primordialmente, por el anhelo de entender uno de los objetos astronómicos más desafiantes: los agujeros negros supermasivos en el universo primitivo. Son sistemas extremos y, hasta la fecha, no habíamos logrado una manera convincente de explicar su existencia», asevera Marco Mignoli, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) en Bolonia (Italia) y cantautor principal de la nueva investigación publicada este miércoles en «Astronomy & Astrophysics Letters».<iframe width=”100%” height=”349″ src=”https://www.youtube.com/embed/sMRDN85QmvQ” frameborder=”0″ allow=”accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture” allowfullscreen></iframe> 300 veces el tamaño de la Vía Láctea
Las nuevas observaciones mostraron la presencia de varias galaxias alrededor de un agujero negro supermasivo, todas dentro de una red cósmica de gas que se extiende a más de 300 veces el tamaño de la Vía Láctea. «Los filamentos de esta red cósmica son Así como los hilos de una tela de araña -explica Mignoli-; las galaxias permanecen y crecen donde los filamentos se cruzan, y las corrientes de gas, disponibles para alimentar tanto a las galaxias De esta manera tal y como al agujero negro supermasivo central, pueden fluir A lo largo de los filamentos». La luz de esta gran estructura parecido a una red, con su agujero negro de mil millones de masas solares, ha viajado hasta nosotros A partir de una época en la que el universo tenía Solo 900 millones de años. «Nuestro trabajo puso una pieza importante en el rompecabezas, en enorme comunicado incompleto, de la formación y el veloz crecimiento Despues de el Big Bang de objetos tan extremos, No obstante parcialmente abundantes», dice el coautor Roberto Gilli, De la misma forma astrónomo del INAF. Esta red y las galaxias que hay en su interior contienen suficiente gas Al semejante que para proporcionar el combustible que el agujero negro central Necesita para convertirse velozmente en un Solo gigante supermasivo. Pero, ¿cómo se formaron Antes estas estructuras tan grandes? Los astrónomos apoyan la idea de que la clave está en los halos gigantes de la misteriosa materia oscura. Se piensa que, en el universo primitivo, estas grandes regiones de materia invisible atraen enormes cantidades de gas; juntos, el gas y la materia oscura invisible forman estas estructuras similares a redes donde las galaxias y los agujeros negros pueden evolucionar. Para Colin Norman, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EE.UU.) y De la misma forma coautor del estudio, «nuestro hallazgo apoya la idea de que los agujeros negros más distantes y masivos se forman y crecen dentro de enormes halos de materia oscura en estructuras a enorme escala, y que la ausencia de detecciones precedentes de semejantes estructuras quizá se debió a limitaciones observacionales». Las galaxias detectadas son Algunas de las más débiles que pueden observar los telescopios actuales. El descubrimiento requirió de observaciones de Varios horas de duración utilizando los telescopios ópticos más grandes disponibles, incluyendo el VLT de ESO. El elenco aseguró el vínculo entre cuatro de las seis galaxias y el agujero negro utilizando Los instrumentos MUSE y FORS2, instalados en el VLT. «Creemos que acabamos de ver la punta del iceberg y que las pocas galaxias descubiertas Hasta ahora cerca de de este agujero negro supermasivo son Sólo las más brillantes», Resalta la coautora Barbara Balmaverde, astrónoma del INAF en Turín (Italia). Utilizando sus potentes instrumentos, el telescopio ELT (Extremely Large Telescope) de ESO, actualmente en construcción en Chile, podrá observar enorme volumen galaxias mucho más débiles alrededor de enormes agujeros negros en el universo primitivo, lo cual permitirá ampliar el conocimiento acerca de estos objetos.
