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Descubren pruebas de que algo muy grande chocó contra el centro de la Vía Láctea

A nuestro cerca de, nada está quieto. Debido a la rotación de la Tierra, la península ibérica se mueve a unos 1.050 km/h (Entre tanto que el ecuador alcanza los 1.670 km/h). El propio planeta viaja en torno al Sol a unos 107.000 km/h, Mientras que que el sistema solar orbita la galaxia a casi 800.000 km/h. Para terminar, nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, se mueve en dirección a un enorme atractor, ubicado en la dirección en la que encontramos las constelaciones de Leo y Virgo, a una espectacular velocidad de 2,1 millones de kms por hora (esta velocidad se expresa con relación a la radiación de fondo de microondas procedente del Big Bang). Más tarde de comprobar que todo se está moviendo más tarde, resulta más aceptable pensar que De la misma forma se estaba moviendo en el pasado. De hecho, hay indicios de que la Vía Láctea impactó o bien engulló a galaxias menores en el pasado. Esta semana, un estudio publicado en «Astrophysical Journal» ha propuesto que algo muy grande «chocó» contra el centro de nuestra galaxia, hace unos 2.700 millones de años. Según han propuesto, los movimientos de multitud de estrellas en el vecindario de la constelación de Virgo son todo lo cual queda de un auténtico choque lateral entre galaxias. «Cuando vimos los datos en conjunto, se dirigió Del mismo modo que una revelación», ha explicado en un Solo parte Heidi Jo Newberg, directora del artículo e investigadora en el Instituto Politécnico Rensselaer (USA). «Este grupo de estrellas tiene un montón de diversos velocidades, lo cual era muy extraño —ha recordado— Sin embargo en seguida, en el instante vemos los movimientos en total, comprendemos por qué las velocidades son distintos y por qué se están moviendo de esa forma». Un choque lateral
Al igual que se puede reconstruir lo ocurrido en una mesa de billar al «rebobinar» los movimientos de las bolas, los científicos pueden estudiar los movimientos de las estrellas para saber lo cual pudo acontecer en el pasado. De esta manera, la presencia de estrellas avanzando en dirección a la Tierra, y otras en dirección contraria, les llevó a sugerir que en aquel lugar Tuvo lugar un auténtico choque lateral. En concreto, uno en el que una galaxia enana quedó desgarrada en las proximidades del centro de la Vía Láctea, alimentando con su gas y sus estrellas a la galaxia mayor. Las estrellas estudiadas esta vez constituyen dos estructuras con manera de concha, Acto seguido de un choque galáctico sucedido hace 3.000 millones de años – Rensselaer Polytechnic Institute
¿Qué huellas permite un choque lateral de galaxias? Los investigadores han identificado la presencia de dos acumulaciones de estrellas, con aspecto de concha, en el vecindario de la constelación de Virgo, y otros dos entre las constelaciones de Hércules y el Águila. La «fusión radial de Virgo»
Según han sugerido, son las huellas que quedaron Después de que una galaxia enana se acercase demasiado al centro de la Vía Láctea, fuese desgarrada, y rebotase hacia arriba y hacia abajo a medida que la Vía Láctea la iba engullendo e incorporando a su «ejército» de estrellas, A lo largo de lo que los astrónomos han llamado «fusión radial de Virgo». En teoría, cada vez que la galaxia enana era zarandeada en una dirección por la gravedad del centro de la galaxia, creó una de las «conchas» de estrellas que se pueden ver Hoy en día. En este sentido, teniendo presente esto, han estimado que esta galaxia enana avanzó por el centro galáctico hace unos 2.700 millones de años. Al menos esto es lo cual han concluido Después de hacer una serie de simulaciones y con los data recogidos por el telescopio espacial Gaia, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y el telescopio LAMOST, en República Popular China. Robo de estrellas
Conviene resaltar que muchas de las estrellas de la Vía Láctea no se crearon dentro de ella, Sino más bien proceden de otras pequeñas galaxias a las que nuestra galaxia les robó estrellas en el pasado. Sin embargo, los casos en los cuales una galaxia chiquita galaxia atraviesa el disco de otra mayor parecen ser más raros. De hecho, Hasta la fecha no se habían detectado estructuras tan grandes indicando un suceso tan violento en la Vía Láctea. Conforme los creadores de este trabajo, su investigación ayudará a entender otras huellas de fusiones en la Vía Láctea: «Estos hallazgos tienen muchas posibles implicaciones», ha dicho Heidi Jo Newberg. «La fusión radial de Virgo abre la puerta a entender mejor fenómenos que no entendemos absolutamente, y que podrían estar muy relacionados con algo cayendo justo en el medio de la galaxia hace menos de 3.000 millones de años».