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La NASA investiga de qué manera resolver una fuga de muestras del asteroide Bennu

El miércoles de la semana pasada la sonda OSIRIS-REx contactó En medio unos segundos con Bennu, un asteroide con forma de diamante de 492 kms de diámetro, situado a unos 334 millones de kilómetros de la Tierra. La nave, del tamaño de un minibús, desplegó un brazo robótico para remover las piedras y el polvo de la superficie y recogerlo en un receptáculo singular. El fin de la nave OSIRIS-REx era recolectar entre 50 y 2.000 gramos de regolito para traerlos a la Tierra en 2023, y estudiar acá su composición en enorme profundidad, a los fines de aprender sobre los orígenes del agua y de la materia orgánica del sistema solar. Múltiples días ahora de estas complejas operaciones, los científicos han recibido capturas que traen buenas y malas noticias. Por una parte, confirman que nave ha recogido más del mínimo de 50 gramos precisos para cumplir con su misión, Sin embargo por otra, que el receptáculo no esetá bien cerrado y está perdiendo parte de su preciada carga. «Estamos trabajado para conservar nuestro logro y ahora mi tarea es traer a la Tierra la mayor volumen de muestras de Bennu que nos sean posibles», informó en un Sólo comunicado de la NASA Dante Lauretta, investigadora principal de la misión OSIRIS-REx, en la Universidad de Arizona en Tucson (EE.UU.). «La pérdida de masa Me preocupa, Así que estoy animando al elenco para guardar la preciada muesta tan veloz De La misma manera que sea posible». Guardarse las muestras «en el bolsillo»
Después del contacto, la nave está orbitando Bennu, y todavía no ha llevado a cabo una particular maniobra que le dejará poner a salvo su carga. Su trabajo ahora es plegar el brazo que recogió las muestras y aproximar su extremo a un receptáculo donde las pondrá a buen recaudo, Del mismo modo que si se tratara de un brazo guardando la billetera en el bolsillo. Estaba previsto que la nave llevara a cabo algunos giros para medir la masa recogida en su brazo, Pero al revisar las imágenes, los científicos observaron que la nave recogió muchas muestras y que Algunas están escapando lentamente, en la microgravedad del Ambiente. Esta «fuga» afecta al «Touch-And-Go Sample Acquisition Mechanism» (TAGSAM), el extremo del brazo, con aspecto de filtro del aire de coche antiguo, y que no está verdaderamente bien cerrado a causa a la presencia de piedrecitas en alguna de las ranuras. Las imágenes exhiben También que cualquier sacudida de la nave y del TAGSAM pueden hacer que se pierda más muestra, lo cual es un problema teniendo en cuenta que el brazo todavía debe plegarse y que la nave tiene que ajustar su órbita con sus propulsores. Por eso, los científicos y También ingenieros ahora están estudiando de qué forma rescatar las muestras, y ya han cancelado una ignición programada de la nave. Un problema no muy grave
«Aunque tengamos que ser rápidos para guardar la muestra, no tenemos un grave problema», ha dicho Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA, en Washington. «Estamos muy ilusionados por ver lo cual parece ser una abundante muestra, que inspirará a décadas de ciencia». Antes de que las muestras cumplan con ese brillante papel, los ingenieros de la NASA han de alcanzar que el TAGSAM descargue las muestras en la «Sample Return Capsule» (SRC), un compartiento estanco, protegido por un escudo térmico, que dejará el retorno de las muestras A lo largo de la atmósfera de la Tierra.