Ir al contenido

Esta bacteria ha sobrevivido a un año entero en el espacio

Enormes fluctuaciones de temperatura, radiación ultravioleta, microgravedad, vacío… Desde entonces, sobrevivir a las durísimas condiciones del espacio exterior no resulta una labor simple. Un ejemplo: los astronautas de la ISS, Posteriormente de su permanencia en la Estación Espacial Internacional (el americano Scott Kelly estuvo allí un año entero), vuelven a la Tierra con alteraciones en el ADN, los telómeros y el microbioma intestinal, aparte de con una considerable pérdida de masa ósea y muscular. Y todo eso Pese a estar, a mayoría del tiempo, protegidos en el interior de la estación orbital. Sin embargo ese no semeja ser la ocación de la bacteria Deinococcus radiodurans, que ha conseguido mantenerse viva y sana Posteriormente de un año entero viviendo sin protección alguna en una plataforma instalada fuera del módulo presurizado de la ISS. O sea, totalmente «desnuda» y expuesta directamente a las condiciones del espacio exterior. En un Sólo artículo recién publicado en la revista «Microbiome» por un elenco de estudiosos de Austria, Japón y Alemania, se explica de qué forma las bacterias, previamente deshidratadas en tierra, se enviaron a la ISS para ser colocadas en una plataforma singular instalada en el exterior de la estación espacial. Pero, en este caso, y para imitar las condiciones de Marte, los microbios estaban Tras una ventana de vidrio que bloqueaba la luz ultravioleta en longitudes de onda cantera a los 190 nanómetros. «Los resultados de este estudio -escriben los científicos- pueden ayudar a comprender mejor de qué manera hay que protegerse en Marte, cuya atmosfera absorbe la radiación UV por debajo de los 190-200 nanómetros. Para imitar esa condición, nuestro experimento en la ISS Incluyó una ventana de vidrio de dióxido de silicio». Una bacteria dura de roer
En otros estudios el mismo tipo de bacteria ya había sido expuesta al espacio En medio tiempos más largos (incluso A lo largo de tres años), Sin embargo en este trabajo no se trataba de establecer un nuevo récord, Sino más bien que de entender qué es exactamente lo que hace que D. radiodurans pueda sobrevivir en esas condiciones extremas. Tras un año completo de exposición a la intensa radiación espacial, sin gravedad y sometidas a cambios continuos de temperatura, A partir de la congelación a la ebullición, las bacterias regresaron a la Tierra y fueron rehidratadas. De exactamente la misma forma que control, otra colonia de bacterias afines (que jamás salió del laboratorio terrestre) había sido Asimismo deshidratada En medio exactamente el mismo periodo de tiempo. Los investigadores hallaron que la tasa de supervivencia se dirigió mucho más baja entre las «bacterias espaciales» que entre las de la versión de control que permaneció en la Tierra. No obstante lo esencial es que las que han logrado sobrevivir en el espacio parecían estar bien, Aunque habían vuelto algo «diferentes» a sus hermanas terrestres. Cambios por vivir en el espacio
De hecho, estaban cubiertas de pequeñas protuberancias, similares a vesículas, y se habían activado diferentes mecanismos de reparación, al mismo tiempo que Algunas proteínas de ARNm se habían vuelto más numerosos. Los estudiosos no están del todo seguros de por qué se formaron las vesículas (que se pueden ver en la foto), Aunque tienen Ciertas ideas Al respecto. Por ejemplo, podrían haber surgido, escriben, «como una respuesta rápida al estrés, lo que aumenta la supervivencia en el momento desaparecen las causas de ese estrés. También, las vesículas de la membrana externa pueden contener proteínas importantes para la adquisición de nutrientes, la transferencia del ADN, el transporte de toxinas, lo que aumenta la activación de mecanismos de resistencia Despues de la exposición al espacio». El estudio nos ayudará a entender si las bacterias son capaces de sobrevivir en otros planetas, o bien aun viajar entre ellos, algo que va a ir cobrando cada vez mayor importancia a medida que los humanos (junto a los gérmenes que transportan) empiecen a viajar más allí de la Luna, adentrándose en el Sistema Solar. «Estas investigaciones -explica Tetyana Milojevic, de la Universidad de Viena y coautora del estudio- nos ayudarán a comprender los mecanismos y procesos por medio de los que la vida puede existir más allá de la Tierra, ampliando nuestro conocimiento sobre cómo sobrevivir y adaptarse en un Entorno hostil de espacio exterior. Los resultados sugieren que la supervivencia de D. radiodurans es posible Debido a su eficiente sistema de respuesta molecular, e indican que se pueden lograr viajes todavía más largos y lejanos para organismos que tengan estas capacidades».