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Un telescopio en la Luna para observar las misteriosas estrellas de la «población III»

Las estrellas más jóvenes del Universo se agrupan en lo cual los astrónomos denominan «población I». Se caracterizan por poseer muchos elementos metálicos a causa a que se formaron Desde la muerte de otras estrellas, las que son propiedad de a la denominada «población II». Aunque, estos astros más antiguos, en teoría, no deberían presentar apenas metalicidad. Pero sí lo están haciendo. Es por ello que los astrónomos han pensado que debe haber una generación estelar anterior, una «población III» Desde la cual surgieron nuevas estrellas. Sin embargo, de momento, Todavía no se tienen pruebas de su existencia, Sólo es una hipótesis. Estas estrellas primigenias se formaron hace 13.000 millones de años. Nacieron del hidrógeno y del helio, produciendo hipergigantes azules extremadamente grandes, calientes y, por lo tanto, de corta vida, con masas del mandato de Múltiples cientos de veces la del Sol. Pero, los restos que puedan quedar de estas colosas se encuentran en los confines del universo, un lugar que Todavía queda muy lejos para los observatorios terrestres actuales. Pero, ¿y si colocamos el «telescopio definitivo» en la Luna? Esta es la idea que baraja un grupo de astrónomos de la Universidad de Texas, en Austin, quien termina de desempolvar un viejo proyecto de telescopio lunar con espejo líquido que la NASA desechó hace una década. El Plantel, dirigido por Anna Schauer, becaria del Hubble, publicará sus resultados próximamente en «The Astrophysical Journal», No obstante el estudio preliminar puede consultarse en «ArXiv». Ya antes de que hubiera galaxias
«A lo largo de la historia de la astronomía, los telescopios se han vuelto más poderosos, lo que nos permite sondear fuentes de épocas cósmicas sucesivamente anteriores, cada vez más cercanas al Big Bang», explica en un parte Volker Bromm, astrónomo de la Universidad de Texas y uno de los autores del estudio. «El nuevo telescopio espacial James Webb -sucesor del Hubble- llegará a poder ver la fecha en que se formaron las galaxias Por vez primera. (…) Sin embargo la teoría predice que hubo una temporada previa, en el horario las galaxias aún no existían, donde surgieron las estrellas individuales: la escurridiza población III. Este momento de ‘primera luz’ está más allí de las capacidades aun del poderoso James Webb, y es por ello que requerimos un telescopio ‘definitivo’». Conforme los cálculos de los investigadores, el proyecto del telescopio lunar con espejo líquido podría obtener a ver estas estrellas. El plan original, propuesto en 2008 por un elenco comandado por Roger Angel, de la Universidad de Arizona, se dirigió descartado por el hecho de que la ciencia que apoyaba la existencia de esa «población III» era muy escasa. No obstante después Hay muchas más evidencias que apuntalan esta hipótesis y «este telescopio sería perfecto para ese problema», asevera Niv Drory, científico investigador principal del Observatorio McDonald de UT Austin y otro de los autores del estudio. Cómo sería ese telescopio con espejo líquido El telescopio lunar tendría un espejo líquido de 100 metros de diámetro -80 mts más de lo propuesto en el proyecto anterior-. Funcionaría de forma autónoma Desde parte superficial lunar, recibiendo energía de una estación de recolección de energía solar acerca de nuestro satélite, y transmitiendo Por su lado datos a un satélite en la órbita lunar. En sector de vidrio revestido, el espejo del telescopio estaría hecho de líquido, Porque es más liviano y más barato de transportar a la superficie de la Luna. Sería algo Así Del mismo modo que una suerte de «tinaja» gigante giratoria, coronada por un líquido metálico -otros telescopios afines usan mercurio- y, por ende, reflectante. El movimiento continuo giratorio mantendría la superficie líquida en la manera paraboloide correcta para funcionar De La misma manera que un espejo. Recreación del telescopio lunar propuesto – Roger Angel et al./Univ. of Arizona)
El sector de ubicación sería el polo norte o bien sur de la Luna, y miraría Siempre y en todo momento y en todo momento hacia La misma franja del espacio para recoger la mayor cantidad de luz posible. «Este instante de la primera luz está más allá de las capacidades de los telescopios actuales o bien del futuro próximo. Por consiguiente, es fuerte pensar en el telescopio ‘definitivo’, uno que sea capaz de observar directamente esas esquivas primeras estrellas en el borde del tiempo», apunta Bromm. Y retornar a quitar del cajón a este telescopio lunar podría tener la clave.