En este 2020 hace 40 años que nos abandonó en accidente de aviación el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente. Nos abandonó con las botas puestas, en pleno rodaje, en Alaska, diez años despues de publicar la Enciclopedia Fauna, libro de ciencias naturales escrito en de España más publicado de todos y cada uno de los tiempos, gracias entre otras cosas a la cobertura que Desde ABC se dispensó a su lanzamiento. Félix ni estaba ni se le esperaba. Cayó en picado sobre la España de la época, Al igual que sus queridos halcones, y en medio de La carencia de libertades, consiguió lo que jamás jamás retornó a alcanzar el ecologismo en nuestro país, Puesto que Debido a él no hizo falta: derogar leyes anticientíficas para el exterminio de animales, protegiendo De esta manera a las aves rapaces y el lobo, Mientras que sentar las bases de un fructífero proteccionismo ambiental de utilidad para la conservación de enclaves Asimismo que Doñana, Daimiel, Muniello, Isla de la Cabrera, Montejo, etc., que llega hasta nuestros días. El efecto sorpresa de su aparición creo que viajó una de las claves de su triunfo, algo que a él mismo le Tuvo lugar En el momento en que contempló aquel picado de halcón que tantas veces reconoció Del mismo modo que determinante en su vocación profesional. No obstante pesa a mi entender sobre la memoria del Dr. Rodríguez de la Fuente un olvido tan lamentable Del mismo modo que injusto, y bueno es que se intente reparar acá, en ABC, uno de los diarios más importantes de la historia de España, pues precisamente en él viajó donde Félix arrancó su actividad Tal como escritor. Que se haga en 2020, Luego de cuarenta años de su partida y de medio centenar de la texto de su más famosa álbum escrita, parece un contexto muy adecuado. El olvido al que Me refiero es el de estimar al Dr. Rodríguez de la Fuente tan Sólo Al semejante que el mejor divulgador científico de la historia española. Del mismo modo que trataré de exponer en las próximas líneas, Félix se dirigió Además un científico de primer nivel especializado en etología, una ciencia que trata de la conducta animal, incipiente en la época en la que él inició su actividad profesional. Científico sí, ortodoxo en los principios, Pero Claramente heterodoxo en las maneras. Por el hecho de que propio de científicos es la generación de conocimiento novedoso, y en etología el Dr. Rodríguez de la Fuente desencadenó conocimiento novedoso A nivel mundial. Féliz Rodríguez de la Fuente con un lobo – Archivo
Me estoy refiriendo a sus estudios acerca de el comportamiento del lobo ibérico (
Canis lupus signatus
). Absolutamente nadie hasta él había conseguido descifrar los códigos de conducta de tan preciado animal, entonces amenazado de extinción en España, con sus cuñados cercanos extinguidos en el resto de Europa, y que no desapareció de nuestro país precisamente por la actividad de Félix y la espléndida cobertura que en 1967 le brindó esta casa A lo largo de la gaceta Blanco y Negro, permitiéndole dar a conocer al enorme público los hallazgos de sus extraordinarios experimentos. Apenas había luego media docena de científicos en todo el mundo que habrían dicho algo acerca del comportamiento de los cánidos Por norma general, o bien de Ciertas especies de lobo distintas a la española en especial. Félix llegó a la etología Antes que absolutamente nadie en España, Gracias a sus profundos conocimientos de cetrería, arte en el que tan particular es conocer la psicología de halcones y azores. Y lo hizo llevado por su admiración a uno de los padres de dicha disciplina científica, Konrad Lorenz, ganador del Premio Nobel en 1973 precisamente por sus experimentos sobre el comportamiento de los animales. Lorenz, que se carteó con el Dr. Rodríguez de la Fuente, médico Al idéntico que él, alcanzó a prologar la versión alemana de la Enciclopedia Fauna y a manifestar por escrito su admiración por los experimentos de etología de Félix con el lobo ibérico. Fueron tres los maravillosos artículos en los cuales Blanco y Negro permitió a Félix contarnos lo más relevante del resultado de sus extraordinarios experimentos con el lobo ibérico, artículos que formaron comunicado de una serie que Blanco y Negro denominó Fauna Ibérica, en los que ABC dio la alternativa a nuestro magnífico naturalista a fin de que se anunciara por escrito al gran público. En los artículos ‘Cómo llegué a ser líder de una manada de lobos’ (22-4-1967), ‘El código de las fieras’ (29-4-1967) y ‘El fin de un antagonismo histórico’ (6-5-1967) fue en los cuales contó en exclusiva mundial el resultado de su experimento, todo ello Gracias a la correcta aplicación de la difícil técnica etológica conocida Del mismo modo que troquelado o bien impregnación (del inglés imprinting) descubierta por el Dr. Lorenz, en virtud de la cual un animal recién nacido separado de sus progenitores reconoce en la persona que lo cuida uno más de su especie. De esta manera Félix, De esta manera tal como pionero mundial de la aplicación de dicha técnica en lobo, pudo observar en directo el comportamiento de una manada de lobos ibéricos recién nacidos a mayoría de ellos, que viajó rescatando del exterminio Debido a sus enlaces rurales. En los artículos dio cuenta de la jerarquización y ritualización extrema de la conducta de los lobos ibéricos, Así tal y como de su nobleza y enorme compañerismo, algo que, unido a la extraordinaria cobertura fotográfica de Blanco y Negro logró concienciar a la población española de el requerimiento de defender a dicho animal, hasta el punto de hacer pasar al lobo ibérico de alimaña a extinguir a especie cinegética y por tanto sujeta a una caza monitoreada, lo cual evitó su desaparición. De la misma forma Félix no ahorró cumplidos para el ser humano que más le ayudó en la consecución de sus logros científicos con los lobos, que sería su más destacada asistente de zoología y que llegaría a ser su esposa: Marcelle Genevieve Parmentier, una auténtica pionera en la España de la época. Y De este modo tal y como si de un ensayo literario se hubiese tratado, el contenido de los resultados publicados en los mentados artículos de Blanco y Negro vivieron a formar parte ya en los años 70 del Capítulo 81 de Enciclopedia Fauna donde, ayudado de los extraordinarios dibujos de Josechu Lalanda y en un Sólo tono más científico, repasaba la ocación de las diversas especies de lobo A nivel del mundo, lo más relevante de los data emitidos Al respecto por los zoólogos de la actualidad, Así Del mismo modo que las pautas de comportamiento del lobo ibérico y la medida en la que dichas actitudes confirmaban lo cual otros científicos relevantes habían descrito en estudios acerca de otras especies de lobo llevados a cabo con anterioridad, ninguno de los cuales se había interesado por el lobo ibérico ni utilizado Asimismo la novedosa técnica del troquelado. Félix se llamó a sí mismo etólogo en este capítulo de Enciclopedia Fauna, y no semeja exagerado que lo hiciese Porque luego llegó a impartir De exactamente la misma manera que profesor universitario dicha asignatura en la Facultad de Veterinaria de La capital de España, y a contribuir en el 1 Poder legislativo Mundial de Etología celebrado en la capital de España, invitado por el Prof. Carlos Luis de Cuenca y González de Ocampo. El talento para comprender el comportamiento animal adquirida de manera autodidacta en su dilatada experiencia de cetrero, unida a los estudios de psicología realizados En medio su licenciatura de medicina, añadidos a todo lo cual otro médico Al igual que él, el Premio Nobel Konrad Lorenz padre de la etología, impidió la desaparición del lobo ibérico, algo que se consiguió Debido a la magnífica ocasión brindada por Blanco y Negro para publicar el resultado de tan interesantes estudios científicos efectuados por Félix Rodríguez de la Fuente, convirtiéndose Así ABC en el medio de comunicación pionero en España del ecologismo científico, ese que tan maravillosamente practicó A lo largo de toda su carrera el Dr. Rodríguez de la Fuente. Marcelle Parmentier jugando con dos lobos – Archivo
Marcelle Genevieve Parmentier, asistente de excepción y mujer Nada podría haber logrado en etología el Dr. Rodríguez de la Fuente sin la ayuda de su esposa, Marcelle Genevieve Parmentier, que participó Al parecido que ayudante de investigación altamente cualificada en los experimentos realizados con los lobos ibéricos, aportando soluciones muy creativas a las contrariedades encontradas A lo largo de la cría de los lobeznos. Félix reconocería de forma pormenorizada esta indispensable aportación en los magníficos artículos en Blanco y Negro que Marcelle se dirigió una auténtica pionera femenina en etología. Ya antes de que esta asignatura se llegase a impartir en las universidades españolas, aceptó activamente labores de investigación en los experimentos de impregnación o bien troquelado que Félix llevó a cabo acerca de el lobo ibérico, Como en los estudios de jerarquización de la manada, cuyos resultados posteó en Blanco y Negro en tres espectaculares reportajes, en los cuales se incluyeron fotografías que plasmaron el trabajo de marcelle, aparte de su elegancia y su belleza. Alfonso Vicente Carrascosa Santiago es científico en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, dependiente del CSIC.