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El enigma detrás de los «martemotos» del mundo rojo

La misión InSight, de la NASA, aterrizó el 26 de noviembre de 2018 en Marte. Su objetivo: estudiar el interior profundo del mundo rojo. Poco más de un año marciano después (un año allá equivale a 687 días terrestres), el módulo de aterrizaje ha detectado más de 480 terremotos, los llamados «martemotos», aparte de recopilar la data meteorológica in situ más completa hasta la fecha. Sin embargo, ¿qué nos mantienen todos estos datos? Hubo un tiempo en que la superficie de Marte era muy parecida a la de la Tierra. Estaba caliente, húmeda y envuelta en una espesa atmosfera. Pero hace 3.000 o 4.000 años, Los dos planetas tomaron rumbos muy distintos, y nuestro vecino se convirtió en el desierto árido que es El jornada de hoy en día. «Estudiar de qué están hechas las profundidades de Marte, de qué forma se estratifica ese material y de qué manera de veloz se filtra el calor podría ayudar a los científicos a comprender mejor de qué forma los materiales del origen de un mundo están haciendo que sea aproximadamente probable para acoger vida», explican Desde la NASA. Y para eso se ideó la misión InSight, para oir el interior del mundo rojo. Una labor que, de momento, ya ha arrojado Ciertas pistas de lo cual puede estar ocurriendo en las entrañas marcianas. Los débiles «martemotos» son norma general
El sismómetro de InSight es lo suficientemente sensible Al igual que para advertir leves temblores A partir de grandes distancias. Sin embargo no fue hasta abril de 2019 en la fecha los sismólogos del Marsquake Service, coordinado por ETH Zurich, detectaron su primer «martemoto». Desde entonces, Marte ha compensado con creces el tiempo perdido al temblar con frecuencia, Si es que bien Siempre y en todo momento de forma suave, sin terremotos de magnitudes superiores a 3,7. Es por ello que los estudiosos están perplejos, Porque La carencia de terremotos mayores propone un misterio, considerando la frecuencia con la que el mundo rojo tiembla con las sacudidas más pequeñas. «Es un tanto sorprendente que no hayamos visto un acontecimiento más grande», dice Mark Panning, sismólogo del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA y que lidera la misión InSight. «Esto nos puede estar diciendo algo acerca de Marte o solamente sea cuestión de suerte». Es decir, existen dos opciones: Marte puede ser menos dinámico de lo pensado o posiblemente InSight aterrizó en un periodo especialmente tranquilo. De momento, los sismólogos van a tener que seguir esperando pacientemente esos terremotos mayores para estudiar las capas profundas debajo de la corteza. «A veces obtienes grandes destellos de data asombrosa, Pero La mayor una parte de las veces tratas de averiguar lo que la naturaleza tiene que decirte», asevera Bruce Banerdt, de JPL e investigador principal de InSight. «Es más Al igual que procurar seguir un rastro de pistas difíciles que disponer las respuestas presentadas en un paquete bien envuelto». El viento marciano puede estar ocultando los terremotos
Cuando InSight empezó a detectar terremotos, llegó un punto en que se volvieron tan regulares que se detectaban todos y cada uno de los días. Pero, a finales de junio del año en curso, las detecciones se detuvieron: Desde luego Solo se han captado cinco sismos, todos ellos Desde septiembre a en seguida. Los científicos Piensan que el viento de Marte es responsable de estos períodos sísmicos en blanco: el planeta entró en la estación más ventosa del año marciano alrededor de junio. La misión sabía que los vientos podrían afectar al sensible sismómetro de InSight, que está equipado con un escudo abovedado en contra de el viento y el calor. Sin embargo el viento Aún sacude el suelo y crea un explosión que, literalmente, cubre los temblores. Esto También podría haber contribuido a lo que semeja ser el largo silencio sísmico Ya antes del primer terremoto de InSight, Ya que la nave espacial aterrizó Entre tanto se estaba asentando una tormenta de polvo regional. «Antes de aterrizar, tuvimos que adivinar de qué manera afectaría el viento a las vibraciones de la superficie», afirma Banerdt. «Dado que estamos trabajando con fenómenos que son mucho más pequeños de los que prestaríamos atención en la Tierra, caímos en la cuenta de que tenemos que fijarnos mucho más en el viento». Faltan ondas superficiales
Todos los terremotos tienen dos Conjuntos de ondas que viajan A lo largo del interior del planeta: ondas primarias (ondas P) y ondas secundarias (ondas S). Asimismo existen otras en la comunicado superior de la corteza, que serían una 3era categoría, llamadas ondas superficiales. En la Tierra, los sismólogos emplean las ondas superficiales para aprender más sobre la estructura interna del mundo. Antes de llegar a Marte, los sismólogos de InSight esperaban que estas ondas ofrecieran destellos de hasta 400 kilómetros por debajo de la superficie, en una capa sub-cortical denominada manto. Pero Marte prosigue regalándonos misterios: A pesar de cientos de terremotos, ninguno ha incluido ondas superficiales. «No es completamente desconocido contar terremotos sin ondas superficiales, No obstante ha sido una sorpresa -afirma Panning-. Por servirnos de un ejemplo, no se pueden ver ondas superficiales en la Luna. No obstante eso se debe a que la Luna tiene mucha más dispersión que Marte». La corteza lunar está más fracturada que la Tierra y Marte, lo que hace que las ondas sísmicas reboten en un patrón más difuso que puede durar más de 1 hora. La carencia de ondas superficiales en Marte puede estar relacionada con fracturas extensas por debajo de 10 kilómetros en las que se asienta InSight. También podría significar que los terremotos detectados por la nave son de de las profundidades del planeta, Porque no producirían fuertes ondas superficiales. En definitivo, muchos misterios a fin de que, ojalá, la misión Insight encuentre respuestas.