En lo profundo de la cuenca del Amazonas brasileño, científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian han descubierto un pequeño lago lleno de más de 100 anguilas eléctricas adultas, muchas de las cuales tienen más de 1,2 mts de largo. Por sí Sólo, este ya es un descubrimiento intrigante. Hasta en seguida, se pensaba que esta clase de pez cuchillo era una criatura solitaria. Sin embargo en este lago conectado con el río Iriri en el estado brasileño de Pará, los estudiosos acudieron testigos de de qué forma, A lo largo del crepúsculo o el amanecer, las anguilas trabajaban juntas nadando en círculo para conducir a miles de pequeños peces llamados tetras a aguas poco profundas en una especie de bolas apretadas. Una vez lo consiguen, hasta diez anguilas se separan periódicamente para formar Conjuntos de caza, no muy diversos de las manadas de lobos u orcas. Acto seguido, esos Conjuntos más pequeños rodean la bola de presas y lanzan ataques eléctricos a la vez, causando que sus pobres damnificados salgan disparadas del agua. Al caer de nuevo, aturdidas y También inmóviles, son tomadas De forma fácil. El ritual de caza dura 1 hora y contiene entre cinco y siete ataques de alto voltaje. «Este es un descubrimiento extraordinario», afirma David de Santana, responsable del estudio. «Nunca se había documentado nada Como esto en las anguilas eléctricas», asegura. Los hallazgos, publicados en la revista «Ecology and Evolution», anulan la idea de que estos peces son predadores exclusivamente solitarios y abren la puerta a nuevas preguntas sobre cómo viven. «La caza en Conjuntos es bastante común entre los mamíferos, Pero realmente es bastante rara en los peces», apunta De Santana. «Sólo se sabe que hay otras nueve especies de peces que hacen esto, lo que hace que este hallazgo sea en realidad especial». 8.600 voltios
La especie capaz de esta estrategia social cooperativa tiene por nombre anguila eléctrica de Volta (Electrophorus voltai), descubierta por exactamente el mismo Equipo en 2019. Su nombre rinde homenaje al físico italiano Alessandro Volta, quien inventó la batería eléctrica en 1799. Esta enormidad de 2,4 metros de longitud es capaz de generar descargas eléctricas de 860 voltios, la descarga eléctrica más particular de cualquier animal en la Tierra y 210 voltios más alta que el récord precedente. «Si un individuo de esta especie puede generar una descarga de hasta 860 voltios, en teoría, diez que se descargan al mismo tiempo podrían estar produciendo hasta 8.600 voltios de electricidad», calcula De Santana. «Eso es más o menos exactamente el mismo voltaje necesario para alimentar 100 bombillas». Afortunadamente para el investigador, quien ha sido impactado más de una vez por anguilas individuales, el impacto Sólo dura alrededor de dos milésimas de 2do, Sin embargo es suficiente para causar un espasmo muscular doloroso que podría derribar a una persona. El científico estima que la caza en conjunto es «un incidente parcialmente raro que ocurre Sólo en lugares con muchas presas y refugio suficiente para un gran número de anguilas adultas». Habitualmente, se alimentan solas por la noche acercándose sigilosamente a los peces dormidos y propinándoles una sacudida. Comunicación eléctrica
Los investigadores preparan una inédita expedición a este sector único A lo largo del Iriri. Esperan recoger muestras de tejido adicionales y marcar anguilas individuales con etiquetas de radio para entender las posibles relaciones de parentesco y la jerarquía dentro del grupo. De la misma forma intentarán tomar medidas directas de las descargas eléctricas producidas A lo largo de la caza en conjunto para evaluar su voltaje máximo y determinar si es que las anguilas También podrían estar usando choques de bajo voltaje para comunicarse y orquestar sus esfuerzos, de forma igual a Del mismo modo que lo hacen ciertos mamíferos marinos De exactamente la misma forma que las ballenas y los delfines, que emplean el sonido para coordinar la caza de sus presas. Con la Amazonía amenazada por la deforestación, los incendios y el recambio climático, De Santana piensa que es inmediata acelerar la evaluación de la biodiversidad en la región. «Las anguilas eléctricas no están en peligro inmediato, Pero sus hábitats y ecosistemas se encuentran bajo una inmensa presión. Este artículo es un ejemplo de cuánto no sabemos todavía, cuántos organismos hay cuyas historias de vida todavía no comprendemos».