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La inmunidad en contra de el Covid-19 dura al menos seis meses

Las personas que se han recuperado del Covid-19 han demostrado inmunidad frente al virus, Sin embargo saber En medio cuánto tiempo se prolonga esa resistencia intranquiliza mucho a la comunidad científica. Un nuevo estudio elaborado por la Universidad de Rockefeller en Inédita York (EE.UU.) ofrece esperanza al concluir que, seis meses A continuación de la infección, los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 no Solo siguen actuando contra el coronavirus Sino más bien son mejores y más potentes a la hora de combatir las versiones mutadas. Y los investigadores Creen que el sistema inmunológico podría defenderse aun A lo largo de más tiempo. El Equipo de Michel Nussenzweig, inmunólogo en Rockefeller y cantautor principal del trabajo, reclutó a 149 personas que se habían recuperado de la enfermedad A lo largo del apogeo de la pandemia en Nueva York, momento en el que se contabilizaban 10.000 casos por jornada y los centros de salud de la ciudad estaban saturados. Los investigadores tomaron muestras de sangre de los voluntarios y buscaron células inmunes que produzcan anticuerpos protectores, aquellos que bloquean su entrada a las células. Su objetivo era estudiar a qué parte del virus debían apuntar las vacunas o usar esos anticuerpos Al idéntico que modelos para un nuevo fármaco. En junio, los científicos informaron en «Nature» que un mes A continuación de la infección los 149 participantes tenían anticuerpos que combaten el coronavirus. De la misma forma, detectaron dos anticuerpos excepcionales que, combinados en un cóctel, parecían defender a los ratones del Covid-19 y daban buenos resultados en macacos. A finales de agosto, el club retornó a tomar muestras de sangre de 87 de los 149 voluntarios originales para saber si es que los anticuerpos seguían allá seis meses luego. En efecto, allá estaban, Si bien los niveles habían disminuido. En ciertos casos, en más del 50 por cien, lo cual es algo normal en las infecciones. No obstante lo cual más llamó la atención de los científicos, cuyas novedades vuelve a publicar «Nature», acudieron los niveles de linfocitos B, También llamados células B de memoria, de los participantes, que se mantuvieron estables. Estas células inmunes recuerdan los patógenos que han visto y producen nuevos anticuerpos En el momento en que exactamente los mismos enemigos vuelven a aparecer. Cada célula B de memoria contiene instrucciones genéticas para generar anticuerpos. En el horario el Equipo examinó estas células en seis participantes de su estudio precedente, reveló que habían sido capaces de advertir mutaciones genéticas que alteraban los anticuerpos que producían. Los nuevos anticuerpos eran más potentes que los originales y se adherían mejor al SARS-CoV-2 o a variantes del mismo creadas en el laboratorio. Dicho de otro modo, con el tiempo el sistema inmunológico de los pacientes proseguía fortaleciéndose. En los intestinos
Para saber si el coronavirus se estaba escondiendo en alguna comunicado, los inmunólogos decidieron echar un vistazo a los intestinos, un sitio, Del mismo modo que los pulmones, cubierto de células que el virus puede transpasar. Analizaron biopsias de siete individuos que habían superado la enfermedad y encontraron rastros virales. Nussenzweig cree posible que los anticuerpos muten en contestación al antígeno viral residual escondido en los intestinos de las personas. Los estudiosos reconocen que Todavía no saben si estos restos virales tienen alguna relevancia clínica -por ejemplo, si los síntomas son más persistentes-, Pero sí Piensan que la presencia sigue y la evolución de las células B de memoria sugieren que las personas que ya han sido infectadas pueden generar de forma rápida potentes anticuerpos neutralizantes ante una reinfección.