El instrumento de España MEDA, a bordo del rover Perseverance de la NASA que aterrizó en Marte el pasado 18 de febrero, ya ha iniciado a funcionar. Versa de la 3era estación medioambiental desarrollada por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) que España envía con logro al planeta rojo. Con ellas, nuestro país cuenta con la primera red de estaciones meteorológicas que funciona en otro planeta. MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer, analizador de la activa medioambiental de Marte) es uno de los siete instrumentos científicos en el Perseverance, el rover más grande y avanzado construido hasta el momento y destinado a buscar ndicios de vida en el planeta rojo. La estación medioambiental se encargará de monitorizar la atmósfera marciana. Con unos 5 kg y medio de peso total, consta de siete sensores que servirán para medir la dirección y velocidad del viento, la temperatura del suelo y del aire, la humedad relativa, la presión atmosférica, la radiación solar suceso en los rangos ultravioleta, infrarrojo y visible, las propiedades del polvo en suspensión y, a su vez, dispone de una cámara para tomar imágenes del cielo marciano (incluidas las nubes). Imagen de los sensores de MEDA situados en el mástil del rover Perseverance, tomada En medio la incorporación de Los instrumentos en el rover – NASA/JPL-Caltech.. Sus datos ayudarán a mejorar y refinar los modelos atmosféricos marcianos, lo cual permitirá predecir el clima y va a ser de enorme valor para preparar próximas misiones tripuladas. De la misma forma servirán para estudiar en profundidad el papel que juega el polvo marciano en los procesos químicos que tienen sitio en parte superficial y en la atmósfera, y que han afectado a la temperatura y al clima. Además, serán de enorme ayuda para estudiar la radiación procedente del sol y del espacio, que puede trastocar los ndicios de cualquier vida pasada en las rocas de Marte. Por ultimo, darán data acerca de cómo se genera el intercambio de vapor de agua entre el suelo y la atmósfera marciana. Una vez confirmado el aterrizaje exitoso de Perseverance a las 21:55 h (hora española) del 18 de febrero en el cráter Jezero, arrancó el tratamiento de puesta en marcha de todos los sistemas. El encendido de MEDA se generó a las dos de la madrugada del sábado y todo transcurrió con normalidad. Esa madrugada, los integrantes del elenco contenían la respiración, En tanto se enviaban A partir de Marte los primeros data que confirmaban que todos los sensores del instrumento español estaban sanos y salvos, Tras el emocionante y arriesgado aterrizaje que el automóvil había protagonizado un par de días Antes. Queda la navaja
Pero aún queda una última actividad crítica para MEDA, Antes de estar absolutamente preparada para iniciar a medir Durante el resto de la misión: el sensor de viento denominado navaja (por su forma plegada acerca de sí mismo para autoprotegerse de los impactos de rocas A lo largo de el aterrizaje) debe abrirse y extenderse hasta adoptar su posición final. Del mismo modo que apunta José Antonio Rodríguez Manfredi, estudioso del CAB y Asimismo investigador principal de MEDA, lo crítico de esta actividad «proviene de que, a fin de que ese despliegue ocurra, un dispositivo interno cortará por estrangulamiento el tornillo de fijación que lo mantiene plegado, y un resorte lo abrirá bruscamente. Toda esta secuencia de eventos, que dura menos de un segundo, puede producir importantes cargas que podrían dañar al sensor. Después de ese ‘segundo de terror propio de MEDA’, el instrumento de España quedará totalmente dispuesto para participar a la exploración que Perseverance efectuará En medio los próximos años». MEDA se ha convertido en la 3era estación medioambiental que el CAB tiene funcionando en Marte. Las otras dos son REMS (Rover Environmental Monitoring Station, estación de monitoreo ambiental del rover) a bordo del rover Curiosity, y TWINS (Temperature and Wind sensors for InSight, sensores de temperatura y viento para la misión InSight) a bordo de la plataforma InSight. Con ellas, España ha logrado el hito histórico de ser el primer país que dispone de una ‘red meteorológica’ en otro planeta.
