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Localizan el origen preciso de los bombazos solares

El 2 de septiembre de 1859 se generó la mayor tormenta solar de la que se tengan registros. Produjo errores en los sistemas telegráficos de Europa y América. Se la llamó el ‘evento Carrington’ y, si se volviera a producir en el mundo vigente, tan dependiente de las tecnologías, supondría un auténtico desastre global. Interrumpiría el funcionamiento de los satélites y la infraestructura electrónica, y representaría un riesgo de radiación para los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) y para los pasajeros y tripulación de los aviones. Las culpables son unas partículas solares lanzadas a alta velocidad A partir de nuestra estrella. Ahora, un club estadounidense ha logrado ubicar la fuente exacta de estas peligrosas partículas. El estudio, publicado en ‘Science Advances’, dejará predecir en qué momento y de qué manera podrían afectar a la Tierra. Los investigadores utilizaron mediciones del satélite Wind de la NASA, situado entre el Sol y la Tierra, para investigar una serie de corrientes de partículas energéticas solares, cada una con una duración de al menos un jornada, en enero de 2014. Compararon esto con información de espectroscopía del satélite Hinode de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), que estudia el funcionamiento de nuestra estrella. Descubrieron que las partículas de energía solar medidas por el satélite Wind tenían La misma firma química, una abundancia de silicio en comparación con el azufre, que el plasma confinado cerquita de la comunicado superior de la cromosfera del Sol. Estas ubicaciones estaban en los ‘puntos de apoyo’ de los bucles coronales calientes, es decir, en la comunicado inferior de los bucles de sector magnético y plasma que se extienden cara la atmosfera exterior del Sol y viceversa. Utilizando una nueva técnica, el club midió la intensidad del sector magnético coronal en estos puntos de base y descubrió que era muy alta, en la zona de 245 a 550 Gauss, lo que confirma la teoría de que el plasma se retiene en la atmósfera del Sol por fuertes ámbitos magnéticos. Antes de su lanzamiento al espacio. Las partículas de energía solar son liberadas por el Sol y son aceleradas por erupciones solares (grandes explosiones) o bien eyecciones de masa coronal (CME), unas eyecciones de enormes nubes de plasma y ámbito magnético. Más o bien menos 100 eventos de partículas energéticas solares ocurren cada ciclo solar de 11 años, Aunque este número varía de un ciclo a otro. Más allí del viento solar
Los últimos hallazgos apoyan la idea de que Ciertas partículas de energía solar se originan en una fuente distinto a la del viento solar lento (cuyo origen todavía se debate), En tanto que están confinadas en condiciones específicas en bucles coronales calientes en el núcleo de la zona de la fuente. El Sol emite continuamente un viento solar más veloz; su partido con la atmosfera terrestre puede producir la aurora boreal. Partículas de alta energía liberadas en enero de 2014 provenían de una zona volátil del Sol que tenía frecuentes erupciones solares y CME, y un lugar magnético extremadamente duro. La zona, famosa Como 11944, era una de las zonas activas más grandes del Sol en ese instante y era visible para los observadores en la Tierra Al igual que una mancha solar, una mancha oscura en parte superficial del sol. El Centro de Predicción del Clima Espacial NOAA / NWS emitió una duro alerta de tormenta de radiación en ese instante, Sin embargo no se sabe que el suceso de partículas energéticas solares haya causado ninguna interrupción dentro de la atmosfera de la Tierra, No obstante los sistemas informáticos de la nave espacial Hinode registraron Múltiples impactos de partículas. Una medida de la fuerza del sitio magnético dentro de la zona 11944 se dirigió tomada en un Solo estudio separado poco ahora de este período de tiempo, y se dirigió uno de los más altos nunca registrados en el Sol: 8.2kG. «Estas partículas energéticas, una vez liberadas, son aceleradas por erupciones que viajan a una velocidad de algunos miles de kms por segundo», explica Stephanie Yardley, coautora del estudio, del Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard (MSSL) del University College de Londres. Las partículas energéticas pueden llegar a la Tierra muy de manera rápida, de Varios minutos a unas pocas horas, y estos acontecimientos duran días. «Actualmente, Solo podemos proporcionar pronósticos de estos eventos a medida que están ocurriendo, Porque es un enorme desafío predecir estos acontecimientos. Antes de que ocurran. Al comprender mejor los procesos del Sol, podemos mejorar los pronósticos a fin de que, en el horario golpee una enorme tormenta solar, tengamos tiempo para actuar y reducir los riesgos», apunta. Para David Brooks, de la Universidad George Mason, «nuestras observaciones brindan una visión de dónde proviene el material que provoca partículas energéticas solares en ciertos acontecimientos del último ciclo solar. Comenzando un nuevo ciclo solar, y Cuando se pone en marcha, usaremos exactamente las mismas técnicas para ver si nuestros resultados son verdaderos, o bien si estos eventos son de alguna forma inusuales». La comprensión que poseen los científicos de los mecanismos detrás de las tormentas solares y las partículas energéticas solares seguramente avancen de manera rápida en los cercanos años Gracias a los información que se obtendrán de dos naves espaciales, lal Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Sonda Solar Parker de la NASA, que se están dirigiendo más cerquita del Sol de lo cual cualquier nave espacial haya estado nunca.