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Proponen un ‘arca de Noé’ en la Luna para conservar toda la vida terrestre

Un elenco de la Universidad de Arizona se ha inspirado en la historia bíblica de Noé para proponer la construcción de una enorme arca para salvar la vida terrestre. En vez de surcar las aguas con una pareja de cada especie a bordo, se ubicaría en la Luna y contendría semillas, esporas, espermatozoides y óvulos congelados criogénicamente de 6,7 millones de especies del planeta. El profesor de ingeniería aeroespacial y mecánica Jekan Thanga avisó el pasado fin de semana A lo largo de la Conferencia Aeroespacial del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) que su enorme almacén lunar estaría alimentado por energía solar y supondría una especie de «poliza de seguro global moderna». Almacenar muestras en otro cuerpo celeste, dicen, reducía el riesgo de pérdida de biodiversidad si un acontecimiento provocara la aniquilación total de la Tierra. «La Tierra es, naturalmente, un Entorno volátil», indica Thanga, que ha desarrollado la idea al lado de sus Alumnas. «Tuvimos un amenaza hace unos 75.000 años con la supererupción del volcán Toba, que desencadenó un período de enfriamiento de 1.000 años y, Según algunos, se relaciona con una caída estimada en la diversidad humana», indica. «Como la civilización humana tiene una huella tan grande, si es que colapsara, podría contar un efecto de cascada negativo en el resto del planeta», incluye. De la misma forma, dice Thanga, el cambio climático es una enorme preocupación. Si el nivel del mar prosigue aumentando, muchos lugares secos quedarán bajo el agua, incluido el banco de semillas Svalbard, una estructura en Noruega que contiene cientos de miles de muestras de semillas para protegerlas en contra de la pérdida accidental de biodiversidad. Los científicos encontraron una red de unos 200 tubos de lava justo debajo de la superficie de la Luna en 2013. Estas estructuras se formaron hace miles de millones de años, En el momento en que corrientes de lava se derritieron Mediante rocas blandas bajo tierra, formando cavernas subterráneas. En la Tierra, los tubos de lava son a menudo de tamaño parecido a los túneles del metro y pueden ser erosionados por terremotos, placas tectónicas y otros procesos naturales. Esta red de tubos de lava lunares tiene unos 100 metros de diámetro. Sin tocar A lo largo de un estimado de 3.000 a 4.000 millones de años, podrían proporcionar refugio en contra de la radiación solar , los micrometeoritos y los cambios de temperatura de la superficie. La idea de desarrollar una base lunar , o bien asentamiento humano en la luna, ha existido Durante cientos de años, y el descubrimiento del tubo de lava renovó el entusiasmo de la comunidad espacial por el concepto. Pero la luna no es exactamente un Entorno hospitalario donde los humanos pueden pasar períodos prolongados. No hay agua ni aire respirable, y la temperatura es de -25º C. Por otro lado, esas mismas peculiaridades lo convierten en un genial lugar para almacenar muestras que deben permanecer muy frías y tranquilas A lo largo de cientos y cientos de años. Thanga piensa que la idea de fabricar un arca lunar no es tan abrumadora Como puede parecer. Transportar cerca de de 50 muestras de cada una de las 6,7 millones de especies requeriría cerca de de 250 lanzamientos de cohetes. Se necesitaron 40 lanzamientos de cohetes para fabricar la Estación Espacial Internacional (ISS). «No es una locura -dijo Thanga- Eso nos sorprendió un poco». Levitación cuántica
El concepto de misión se basa en otro proyecto que Thanga y su conjunto propusieron previamente, en el que robots voladores y saltarines en miniatura llamados SphereX entran en un tubo de lava en equipos. Allí, recolectarían muestras de regolito, o bien polvo y rocas sueltas, y recopilarían información acerca de el diseño, la temperatura y la composición de los tubos de lava. Esta datos podría informar la construcción de la base lunar. El modelo del Plantel para el arca subterránea agrega un conjunto de paneles solares en parte superficial de la luna que proporcionarían electricidad. Dos o más pozos de ascensor conducirían a la instalación, donde las placas de Petri se alojarían en una serie de módulos de conservación criogénica. Se utilizaría un hueco de ascensor de mercancías adicional para transportar material de construcción de modo que la base se pueda expandir dentro de los tubos de lava. Para ser criopreservadas, las semillas deben enfriarse a -180º C y las células madre deben mantenerse a -196º C. Al igual que referencia de cuán fría es, la vacuna de Pfizer para el Covid-19 debe almacenarse a -70º C. El hecho de que los tubos de lava estén tan fríos y las muestras deban estar Aún más frías, significa que hay un riesgo de que las partes metálicas de la base se congelen, se atasquen o aun se suelden en frío. En la Tierra, las aerolíneas comerciales permiten de funcionar En el momento en que las temperaturas del suelo alcancen de -45º a -50º C. Aunque, hay una forma de aprovechar las temperaturas extremas Mediante el manipulación de un fenómeno de otro mundo llamado levitación cuántica. En este proceso, un material superconductor crioenfriado, o bien un material que transfiere energía sin perder calor, Al idéntico que Lo hace un cable tradicional, flota sobre un poderoso imán. Las dos piezas están bloqueadas juntas a una distancia fija, por lo que donde sea que vaya el imán, el superconductor lo sucederá. «Es En este sentido tal como si es que estuvieran bloqueados en su sitio por cuerdas, No obstante cuerdas invisibles», afirma Thanga. «Cuando se alcanzan temperaturas criogénicas, suceden cosas extrañas. Algunas de ellas semejan simplemente mágicas, No obstante se basan en comienzos físicos probados en laboratorio que están al límite de nuestra comprensión». El diseño del arca del Equipo utiliza este fenómeno para hacer que los estantes de muestras floten acerca de las superficies metálicas y hacer que los robots naveguen por las instalaciones por arriba de las pistas magnéticas. Hay mucha más investigación por hacer acerca de de qué manera construir y operar el arca, A partir de examinar cómo las semillas preservadas podrían verse afectadas por La falta de gravedad hasta desarrollar un plan para las comunicaciones de la base con la Tierra. «Lo que Me asombra de proyectos Tal como este es que Me hacen sentir que nos estamos acercando a convertirnos en una civilización espacial, y a un futuro no muy lejano donde la humanidad deberá bases en la Luna y Marte», asevera Álvaro Díaz-Flores Caminero, Pupilo de doctorado de la Universidad de Arizona que lidera el análisis térmico del proyecto. «Los proyectos multidisciplinarios son difíciles Gracias a su complejidad, No obstante creo que La misma complejidad es lo que los hace hermosos».