La Tierra no ha sido Siempre tal y Del mismo modo que la vemos ahora. Por poner un ejemplo, hace entre 79 y 83 años un enorme trozo de corteza continental de casi 5 millones de kilómetros cuadrados (aproximadamente el tamaño de Europa occidental), se desprendió el supercontinente Gondwana (del que a continuación resultaron las actuales Sudamérica, África, Australia, Indostán, la isla de Madagascar y la Antártida). No obstante a mayoría de este ‘continente perdido’ bautizado De este modo como Zelandia (Asimismo llamado Zealandia, Tasmantis o bien ‘Te Riu-a-Māui’, que significa ‘colinas, valles y llanuras de Māui’ en maorí) terminó sumergido, y Sólo es visible la comunicado de Nueva Zelanda y el territorio de Inédita Caledonia, en el Pacífico Sur. Por eso, Si bien A partir de 2017 se reconoció De La misma manera que el octavo continente, Aún se desconocen exactamente sus límites. Ahora, Derya Gürer, científica de la Universidad de Queensland en Australia, y sus colegas han recopilado nuevos datos acerca de el borde noroeste de Zelandia, que se encuentra en alta mar en el Parque Marino del Mar de Coral, en Queensland. Para conseguir toda esta información, pasaron 28 días a bordo del barco Falkor, explorando la región y analizando 37.000 kilómetros cuadrados de territorio marino. «Nuestra expedición recopiló data topográficos y magnéticos del fondo marino para comprender mejor cómo se formó la estrecha conexión entre los mares de Tasmania y el de Coral, en la zona de Cato Trough, el estrecho corredor entre Australia y Zelandia», afirma Gürer en un Solo comunicado. Microcontinentes sumergidos
«El área entre la placa de Australia y la de Zelandia tal vez sea muy complicado de acotar -explica Gürer-. Es posible que allí existan Múltiples microcontinentes sumergidos, todos ellos de Gondwana. Estos fragmentos de corteza continental son distintos de la corteza oceánica circundante del lecho marino, que es más densa y delgada que la corteza continental». El análisis del fondo marino viajó realizado en colaboración con el Schmidt Ocean Institute En medio la expedición ‘Seafloor to Seabirds’. Los data cartográficos De la misma forma se incorporarán a un proyecto más amplio, el proyecto ‘Seabed 2030’, que tiene Al parecido que objetivo colocar a disposición del público un mapa completo del fondo del océano para 2030. Conforme la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), menos del 10% del fondo marino ha sido analizado por métodos de sonar modernos. La expedición no Solo recopiló datos acerca de la topografía, Sino más bien También datos sobre la intensidad del sector magnético en el área. A causa a que la corteza oceánica y la corteza continental están formadas por diversos concentraciones de minerales con distintos firmas magnéticas, estos información permitirán a los estudiosos reconstruir los fragmentos rotos de Gondwana. «El lecho marino está lleno de pistas para comprender la compleja historia geológica de las placas continentales de Australia y Zelanda», sentencia Gürer.