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Descubierto ‘el que causa miedo’, el enorme depredador de la Patagonia

Con un nombre Al idéntico que ‘el que causa miedo’ sobra cualquier presentación. Ese es el ilustrativo apodo con el que un conjunto de estudiosos argentinos ha bautizado a Llukalkan aliocranianus, un nuevo dinosaurio cuyos escombros han sido descubiertos recientemente en la Patagonia. Hace 80 millones de años, este depredador tenía de causar el terror en su Ambiente por su formidable tamaño (hasta cinco metros de largo, tanto Tal y como un gran elefante africano), una mordida extremadamente poderosa, dientes muy afilados, enormes garras y un agudo sentido del olfato. Los paleontólogos no dudan en describirlo Al igual que un «temible asesino» En tanto los tiranosaurios dominaban el hemisferio norte, los abelisáuridos hacían lo mismo en el hemisferio sur. Esta familia de dinosaurios terópodos, compuesta por unas diez especies conocidas Hasta ahora, merodeaban primordialmente en la Patagonia y otras áreas del antiguo subcontinente sur de Gondwana, reconocido Hoy Así como África, India, Antártida, Australia y América del Sur. Medían de cinco a nueve mts de largo y eran unos depredadores temibles. Conforme explican los autores en ‘Journal of Vertebrate Paleontology’, Llukalkan pudo ser uno de sus integrantes más destacados. Un oído extraordinario
Si bien los abelisáuridos se daban un aire al T-Rex con sus pequeños brazos rechonchos, poseían cráneos inusualmente cortos y profundos que a menudo se coronaban con crestas, protuberancias y cuernos. Y eso es lo que se ha mostrado en Llukalkan. Sus restos fosilizados incluyen un extraño cráneo magníficamente conservado cuya forma y huesos ásperos revelan que la cabeza del animal presentaba en vida protuberancias y prominencias Al idéntico que ciertos reptiles actuales, Del mismo modo que el monstruo de Gila o bien Algunas iguanas. La composición de su cráneo También parece indicar que su audición era distinto a la de otros abelisáuridos, quizás mejor y afín a la de los cocodrilos de La jornada de hoy en día. Precisamente, El nombre completo del dinosaurio proviene del nativo mapuche para ‘el que causa miedo’ (Llukalkan) y del latín para ‘cráneo diferente’ (aliocranianus). Sector del descubrimiento de Llukalkan aliocranianus – Journal of Vertebrate Paleontology Llukalkan vivió en La misma área chiquita y período de tiempo que otra especie de abelisáurido furileusauriano (lagarto de espalda rígida), Viavenator exxoni, Solo unos pocos millones de años Antes del final de la era de los dinosaurios. Los restos fósiles de las dos especies se ubicaron a Sólo 700 mts de distancia en la Formación Bajo de la Carpa, cerca del famoso yacimiento de fósiles en La Invernada, en Argentina. Esta nueva especie es igual en muchos aspectos a Viavenator, excepto que es más pequeña, los orificios en el cráneo por donde pasan las venas son más grandes y están más separados de la cresta supraoccipital (uno de los huesos que forma la caja cerebral), entre otras diferencias. Pero la característica más distintiva del nuevo dinosaurio es un pequeño seno posterior lleno de aire en la zona del oído medio que no se ha mostrado en ningún otro abelisáurido encontrado hasta en seguida. «Este hallazgo implica una adaptación auditiva distinto a la de otros abelisáuridos, y probablemente un sentido del oído más agudo», explica Ariel Méndez, del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología y coautor del estudio. «Este es un descubrimiento particularmente esencial por el hecho de que sugiere que la diversidad y abundancia de abelisáuridos acudieron notables, no Solo en la Patagonia, Sino más bien que Además en áreas más locales Durante el período crepuscular de los dinosaurios», dice Federico Gianechini, paleontólogo de la Universidad Nacional de San Luis. Cráneo de Llukalkan aliocranianus – Journal of Vertebrate Paleontology
En su apogeo
Como los tiranosaurios, Llukanlkan era un máquina de matar. Erguido sobre sus poderosas extremidades traseras, podría haber utilizado sus enormes garras para apuñalar a su presa. De la misma forma, tenía mordidas extremadamente poderosas y dientes muy afilados con los cuales derribar a su pobre víctima Entre tanto se movía a gran velocidad. Estos fósiles Además sugieren que los abelisáuridos estaban en plenitud justo antes de que los dinosaurios se extinguieran. «Estos dinosaurios todavía estaban probando nuevas vías evolutivas y se diversificaron de forma rápida inmediatamente antes de que se extinguieran por completo», añade Méndez. A pesar de su especial hallazgo, Todavía queda mucho por ubicar. «Este descubrimiento Además sugiere que es probable que haya más abelisáuridos por ahí que Todavía no hemos encontrado, por lo cual buscaremos otras especies nuevas», afirma Gianechini.