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Un mundo extrasolar llegado de otro confín

El mundo HD 209458b, situado a 150 años luz en la constelación de Pegaso, viajó el primero fuera del sistema solar identificado por la técnica de tránsito. En 2007 viajó descubierto al oscurecer sutilmente su estrella en la fecha pasaba por delante de ella Desde nuestra perspectiva. Desde entonces, este planeta gaseoso todavía más grande que Júpiter ha revelado algunos de sus secretos, Así tal como la riqueza de su composición, que añade agua, metano y dióxido de carbono, componentes químicos básicos para la vida. Ahora, el análisis de su atmosfera ha sacado a la luz su condición de migrante. Acto seguido de investigar la ‘huella química’ de HD 209458b, un club internacional de astrónomos ha llegado a la conclusión de que este planeta se formó mucho más lejos de su estrella de lo cual se encuentra actualmente, a Sólo 7 millones de km o el equivalente a 1/20 de la distancia de la Tierra al Sol. El estudio, comandado por la Universidad de Warwick y publicado en la gaceta ‘Nature’, ha medido Por primera vez hasta seis moléculas en la atmósfera de un exoplaneta para determinar su composición. También es la 1era vez que los astrónomos las han utilizado para señalar definitivamente la ubicación en la que se forman estos planetas gigantes y calientes Debido a la composición de sus atmósferas. Los investigadores utilizaron el Telescopio Nazionale Galileo en La Palma para adquirir espectros de alta Resolución de la atmosfera del exoplaneta Cuando pasaba frente a su estrella anfitriona en cuatro oportunidades distintas. La luz de la estrella se altera a medida que atraviesa la atmosfera del mundo y, al analizar las diferencias en el espectro resultante, los astrónomos pueden determinar qué sustancias químicas están presentes y su abundancia. Abundancia de carbono
Los astrónomos pudieron hallar cianuro de hidrógeno, metano, amoníaco, acetileno, monóxido de carbono y bajas cantidades de vapor de agua en la atmósfera de HD 209458b. La abundancia inesperada de moléculas basadas en carbono (el doble de lo aguardado) sugiere que el mundo ha acumulado preferentemente gas rico en carbono En medio su formación, lo que Sólo es posible si es que orbitaba mucho más lejos de su estrella A lo largo de su nacimiento, muy tal vez a una distancia igual a Júpiter o Saturno en nuestro propio sistema solar. «No hay forma de que un planeta se forme con una atmósfera tan rica en carbono si es que está dentro de la línea de condensación del vapor de agua. A la ardiente temperatura de este planeta (1.200º C), si la atmósfera contiene todos y cada uno de los elementos en La misma proporción que en su estrella, el oxígeno tendría que ser dos veces más abundante que el carbono y en su mayoría unido con hidrógeno para formar agua o carbono para formar monóxido de carbono. Nuestro hallazgo muy diferente concuerda con el entendimiento actual de que los Júpiter calientes Del mismo modo que HD 209458b se formaron muy lejos de su localización actual», dice Siddharth Gandhi, del Departamento de Física de la Universidad de Warwick. Un sistema solar comienza su vida Del mismo modo que un disco de material que rodea a la estrella. Ese material se junta para formar los núcleos sólidos de los planetas, que más tarde acumulan material gaseoso para formar una atmósfera. Alrededor la estrella, donde hace más calor, una gran proporción de oxígeno continúa en la atmosfera en manera de vapor de agua. Más lejos, a medida que se enfría, el agua se condensa para convertirse en hielo y se bloquea en el núcleo de un mundo, dejando una atmósfera más compuesta por moléculas basadas en carbono y nitrógeno. Por ende, se espera que los planetas que orbitan cerquita de su sol tengan atmósferas ricas en oxígeno, en sitio de carbono. «Si este descubrimiento fuera una novela comenzaría con ‘Al principio Sólo había agua …’ pues la enorme mayoría de la inferencia sobre atmósferas de exoplanetas A partir de observaciones en el infrarrojo próximo se ha basado en la presencia (o ausencia) de vapor de agua, que domina esta zona del espectro», explica Paolo Giacobbe, investigador del Colegio Nacional Italiano de Astrofísica (INAF) y autor primordial del artículo. No obstante detectar que es posible detectar otros rastros químicos «abre nuevos horizontes por explorar». Con la llegada de telescopios nuevos y más potentes, la técnica de estos estudiosos De la misma forma podría usarse para estudiar la química de exoplanetas que potencialmente podrían hospedar vida.