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Las seis emociones que comunicamos a gritos

El grito de Munch -que Si bien está pintado casi podemos escucharlo-, el de la conocida escena de la ducha en ‘Psicosis’, los cuales se lanzan en las intimidantes ‘hakas’ maoríes, el ‘irrintzi’ tradidional vasco, el de auxilio… Los gritos humanos pueden indicar diversos estados de ánimo y situaciones, y son más diferentes acústicamente de lo cual se pensaba. Un estudio publicado recientemente en ‘PLOS Biology’ apunta que, curiosamente, los gritos no alarmantes, De la misma forma que los cuales indican alegría o placer, son percibidos y procesados por el cerebro humano de manera más eficiente. Los humanos somos únicos gritando. En el resto de primates y otras especies de mamíferos, las llamadas afines a nuestros gritos se utilizan con frecuencia Tal y como una señal de alarma exclusivamente en contextos negativos, Al igual que conflictos sociales, la presencia de depredadores u otras amenazas. Nosotros Asimismo gritamos en el horario nos asustamos, para señalar el peligro y espantar a los depredadores, Pero De la misma forma en el instante experimentamos otras emociones En este sentido tal y como la desesperación y la euforia. Estudios precedentes se han centrado en enorme medida en los alarmante gritos de miedo, por lo que el significado más amplio de Varios tipos de gritos no estaba claro. En el flamante estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Zúrich, abordaron esta brecha de conocimiento utilizando cuatro experimentos psicoacústicos, de toma de decisiones perceptuales y de neuroimagen. Se pidió a doce participantes que vocalizaran gritos positivos y negativos que podrían ser provocados por diversas situaciones. Un conjunto distinto de individuos calificó la naturaleza emocional de los gritos, los clasificó en diferentes categorías y se sometieron a imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) Entre tanto los escuchaban. Los resultados revelaron seis géneros de gritos psicoacústicamente diversos, que indicaban dolor, ira, miedo, placer, tristeza y alegría. Los oyentes respondieron con mayor rapidez y precisión, y con mayor sensibilidad neuronal, a los gritos positivos que a los alarmantes. Específicamente, los gritos menos alarmantes provocaron más actividad en muchas regiones cerebrales auditivas y frontales. Conforme los autores, estos hallazgos muestran que los gritos son más diversos en su naturaleza comunicativa y de señalización en los seres humanos de lo que se supone con frecuencia. Más allá de la supervivencia
«Los resultados de nuestro estudio son sorprendentes en el sentido de que los investigadores suelen aceptar que el sistema cognitivo humano y de los primates está específicamente ajustado para advertir señales de peligro y amenaza en el medio Ambiente Tal y como un mecanismo de supervivencia. Se suponía que era El principal objetivo de la señalización comunicativa en los gritos. Sin embargo esto parece cierto para los primates y otros animales, parece haberse diversificado en gran medida en los humanos, y esto representa un paso evolutivo importante», explica Sascha Frühholz, cantautor primordial del estudio. «Los humanos comparten con otras especies el potencial de señalar peligro en el momento gritan, No obstante semeja ser que Solo los humanos lo están haciendo para señalar También emociones positivas De exactamente la misma forma que la alegría y el placer extremos». Esta clase de gritos han ganado importancia entre los humanos frente a las señales de alarma, algo que el investigador achaca a «los requisitos de nuestros contextos sociales evolucionados y complejos».