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Una cueva en Sudáfrica, ¿el 1er hogar de la humanidad?

La cueva Wonderwerk, situada en el desierto de Kalahari en Sudáfrica, es uno de los pocos lugares en el planeta que han sido de forma definitivo ocupados A partir de hace millones de años. Identificada Al igual que el 1er hogar conocido de la humanidad, nuestros antepasados encendieron allí Ciertas de sus primeras fogatas y fabricaron sus primeras herramientas de piedra. Su nombre significa «milagro» en afrikáans. Hace más de una década, un club de geólogos y arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU) y la Universidad de Toronto estimaron que la cueva había sido ocupada hace cerca de de 2 millones de años, No obstante la idea se dirigió rechazada. En seguida, los investigadores han conseguido datar con precisión el sitio, confirmando que, en efecto, los primeros homos ya hacían allí herramientas de piedra sencillas hace 1,8 millones de años, casi un millón de años Antes de lo que se pesaba. Las herramientas provienen a la cultura olduvayense, Asimismo llamada industria de modo 1, cuyos primeros ejemplos aparecieron en África Oriental hace 2,6 millones de años. Sin embargo «Wonderwerk es única precisamente pues es una cueva y no un sector al aire libre», explica Ron Shaar, del Instituto de Ciencias de la Tierra de HU y autor principal del trabajo. El club pudo establecer con logro el cambio de las sencillas herramientas de tipo 1 -principalmente sílex y cantos tallados destinados al corte que se abandonaban entonces del uso-, a las primeras hachas de mano achelenses (industria de modo 2), más sofisticadas, de hace más de 1 millón de años. Asimismo, fechó el uso deliberado del fuego por nuestros antepasados hace un millón de años en una capa en lo profundo de la cueva. Esto ultimo, comentan los autores, es particularmente significativo pues otros ejemplos de manipulación temprano del fuego son de de sitios al aire disponible donde no se puede excluir el posible papel de los incendios forestales. De la misma forma, Wonderwerk contenía una gama completa de restos de fuego: huesos quemados, sedimentos y herramientas, Así Al idéntico que la presencia de cenizas. La datación de los depósitos de cuevas es uno de los mayores desafíos de la paleoantropología. Para superarlo, el Equipo analizó una capa sedimentaria de 2,5 metros de espesor que contenía herramientas de piedra, restos de animales y escombros de fuego utilizando distintos métodos. Uno fue el paleomagnetismo. «Retiramos esmeradamente cientos y cientos de pequeñas muestras de sedimentos de las paredes de la cueva y medimos su señal magnética», describió Shaar. Campo magnético
La magnetización Ocurrió en el horario las partículas de arcilla, que ingresaron a la cueva A partir del exterior, se asentaron en el piso de la cueva prehistórica, preservando Así la dirección del sector magnético de la tierra en ese instante. «Nuestro análisis de laboratorio mostró que Ciertas de las muestras se magnetizaron hacia el sur en sitio del norte, que es la dirección del sector magnético vigente. Dado que el momento exacto de estas inversiones magnéticas se reconoce globalmente, nos dio pistas sobre la antigüedad de toda la secuencia de capas de la cueva», agrega Shaar. El maestro Ari Matmon, directivo del Colegio de Ciencias de la Tierra de HU, se basó en un Solo método de datación secundario para confirmar todavía más cuándo los primeros antepasados humanos pudieron haber ocupado el sector. «Las partículas de cuarzo en la arena tienen un reloj geológico incorporado que empieza a hacer tictac en el horario entran en una cueva. En nuestro laboratorio, podemos medir las concentraciones de isótopos específicos en esas partículas y deducir cuánto tiempo ha pasado Desde el instante en que esos granos de arena. entraron en la Wonderwerk», explica. Según los investigadores, que han publicado sus conclusiones en la revista ‘Quaternary Science Reviews’, la datación de la actividad humana prehistórica en Wonderwerk tiene implicaciones de gran alcance, En tanto que son «un paso esencial cara la comprensión del ritmo de la evolución humana a través del continente africano. Con una escala de tiempo firmemente establecida para la cueva de Wonderwerk, podemos seguir estudiando la conexión entre la evolución humana y el repuesto climático, y la evolución de la forma de vida de nuestros primeros antepasados humanos».