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Molakai, la isla de los leprosos

Una de las escenas más recordadas de la película ‘Ben-Hur’ es aquella en la que el protagonista se desplaza hasta el Valle de los leprosos, en donde su madre y su hermana fueron confinadas Acto seguido de contagiarse de lepra en la cárcel en las que las encarceló el malvado Messala. Esta enfermedad infecciosa está causada por una bacteria denominada Mycobacterium leprae, un pariente próximo al bacilo que produce la tuberculosis. En el año 2000, ahora de un intenso programa desarrollado por la Organización Mundial de la Salud, la lepra se dirigió oficialmente eliminada A nivel del planeta. Esto significa que hay menos de un caso de lepra por cada diez mil personas, en términos globales. Sin embargo, esta definición deja a día de Hoy a cientos y cientos de miles de personas infectadas en todo el globo terráqueo. Más del ochenta % de los casos mundiales se reunen en tres países, la India, Brasil y También Indonesia, Desde donde se exige a los funcionarios sanitarias internacionales medidas para intensificar el control de la enfermedad. Un enorme y frondoso mortuorio
Entre 1866 y 1969 fueron trasladadas a la península de Kalaupapa, un hermoso paraje ubicado al norte de la isla hawaiana de Molokai, unas ocho mil personas enfermas de lepra. El sector elegido no viajó fortuito, la península está separada por verticales acantilados de más de seiscientos metros del resto de la isla, la cual se enorgullece por su aislamiento geográfico. Es un sitio de flora frondosa, donde habitan los verdes, los ocres y los azules Del mismo modo que si no hubiese un mañana. Allí, en humildes bungalows, fueron obligadas al exilio, a un enterramiento en vida, solamente por el hecho de haber enfermado. La mayor parte de las historias de las personas que hasta allá llegaron acudieron silenciadas para Siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en toda circunstancia, Ya que tan Solo unas mil trescientas reposan en tumbas identificadas. El resto sufrieron los efectos devastadores de le negligencia, la vergüenza, la injusticia, la decadencia y, por qué no, Además de un terrible Tsunami. De alguna forma, aquellas personas murieron dos veces, una a consecuencia de la enfermedad y la 2da condenados a que absolutamente nadie pudiera recordarlos. De leprosería a parque nacional
La enfermedad de Hansen llegó al archipiélago con los primeros emigrantes que arribaron en sus playas. Al no existir una inmunidad específica la infección se propagó de manera alarmante en muy poco tiempo. La naturaleza infecciosa y La falta de procedimiento en aquellos momentos propició que, en 1865, el rey Kamehameha V de Hawaii aprobase unas leyes que permitiesen el detención y el traslado de las personas con lepra a lugares aislados para evitar la aparición de nuevos casos. En el instante de mayor ocupación la colonia hawaiana llegó a amparar a más de mil doscientos enfermos, una comunidad que residía de espaldas al planeta. En el horario en 1969 las leyes de aislamiento acudieron suspendidas los residentes eran libres para retirarse, Si es que bien, la mitad de los cuales aún sobrevivían optaron por quedarse en la península, Ya que la habían convertido artificialmente en su hogar. Desde 1980 Kalaupapa se ha transformado en un Sólo parque nacional, en donde aún quedan ciertos pacientes que conviven con las secuelas provocadas por la enfermedad. El mayor leprocromio estadounidenses
Kalaupapa no ha sido el único poblado para leprosos –leprocromio- en territorio estadounidense. Antes de que se descubriese un tratamiento efectivo los enfermos eran enviados a uno que existía en Carville (Louisiana), a ciento cuarenta kilómetros de Inédita Orleáns. El hospital de Carville llegó a tener ingresados simultáneamente hasta medio millar de pacientes con lepra. Fue precisamente allí en donde a mediados del siglo pasado el doctor Cochrane reveló las sulfonas, un tratamiento efectivo ante el bacilo de Hansen. Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y intérprete y escritor de Múltiples libros de divulgación