Venus Hoy es un infierno: tiene temperaturas de 450 grados y una atmósfera venenosa formada eminentemente por dióxido de carbono y nitrógeno. No obstante no Siempre y en todo momento y en todo momento y en todo momento se dirigió De esta manera, Ya que hace miles de millones de años gozaba de un clima templado y Asimismo inclusive ríos y mares corriendo por su superficie. De hecho, era tan parecida a la Tierra, que se consideran planetas ‘gemelos’ por el hecho de que tienen un tamaño y composición parecidos. Y Aunque Hoy los científicos saben que, en un Solo instante dado, sus caminos se separaron, buscan todavía vestigios de lo afines que eran, Al parecido que actividad geológica. Ahora, un nuevo estudio publicado en la gaceta ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS) asevera que tiene pruebas de que, en efecto, existe movimiento tectónico. En medio mucho tiempo se ha asumido que Venus tiene una capa exterior sólida inmóvil, o bien litosfera, Al idéntico que Marte o la luna de la Tierra. Por el contrario, la litosfera de la Tierra se divide en placas tectónicas, que chocan y se deslizan una debajo de la otra, Al igual que trozos que flotan sobre el manto, más caliente y menos sólido. Pero, al examinar capturas de radar obtenidas por la misión Magellan de la NASA de las extensas tierras bajas de Venus -que componen La mayor parte de la superficie del planeta-, un conjunto internacional de estudiosos observaron áreas donde grandes bloques de la litosfera semejan haberse movido, separándose, empujándose, girando y deslizándose unos acerca de otros Del mismo modo que un bloque de hielo roto sobre un lago congelado. El Plantel creó un modelo informático de esta deformación y descubrió que el movimiento lento del interior del mundo puede explicar el estilo de la tectónica que se percibe en parte superficial. «Estas observaciones nos sostienen que el movimiento interior está causando la deformación de la superficie de Venus, de forma igual a lo cual sucede en la Tierra -afirma Paul Byrne, maestro asociado de ciencia planetaria en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y cantautor principal-. La tectónica de placas en la Tierra está impulsada por convección en el manto. El manto está caliente o bien frío en distintos lugares, se mueve y parte de ese movimiento se transfiere a la superficie de la Tierra en forma de movimiento de placas». Pero en Venus el proceso es distinto: «No es una tectónica de placas Al parecido que en la Tierra, Ya que no se están creando enormes cadenas montañosas, ni sistemas de subducción gigantes; Sin embargo es la prueba de que hay una deformación Debido a la actividad del manto interior». La deformación asociada con estos bloques de la corteza También podría indicar que Venus Aún está geológicamente activo. «Sabemos que gran comunicado de Venus ha resurgido volcánicamente con el tiempo, por lo cual Ciertas partes del planeta podrían ser muy jóvenes, geológicamente hablando», dice Byrne. «Pero Múltiples de los bloques de empuje se han formado y deformado en estas llanuras de lava jóvenes, lo que significa que la litosfera se fragmentó ahora de que se establecieron esas llanuras. Esto nos está dando razones para pensar que ciertos de estos bloques pueden haberse movido geológicamente muy últimamente, posiblemente incluso hasta hoy». Los estudiosos son optimistas de que el patrón recién reconocido de Venus podría ofrecer pistas para comprender la deformación tectónica en planetas fuera de nuestro Sistema Solar, Así Del mismo modo que en una Tierra mucho más joven. «El grosor de la litosfera de un mundo depende principalmente de lo caliente que sea, tanto en el interior Como en parte superficial. El flujo de calor del interior de la Tierra chica era hasta tres veces mayor de lo cual es acto seguido, por lo cual su litosfera puede haber sido similar a lo que vemos La jornada de hoy en Venus: no lo suficientemente gruesa para formar placas que se subducen, Pero lo con un grosor que podría haberse fragmentado en bloques». La NASA y la Agencia Espacial Europea han aprobado recientemente tres nuevas misiones de naves espaciales a Venus que adquirirán observaciones de parte superficial del mundo con una Decisión mucho mayor que la de Magellan. «Es excelente ver un interés renovado en la exploración de Venus, y estoy en especial conmovido de que estas misiones puedan probar nuestro hallazgo clave de que las tierras bajas del planeta se han fragmentado en bloques de la corteza que empujan», afirma Byrne.