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Enseñan a las vacas a ir al baño para reducir sus emisones contaminantes

¿Tienen las boñigas sus días contados? Si es que los Galardones IgNobel, la famosa parodia de los Nobel, reconocen las investigaciones que primero hacen reír Y luego hacen pensar, este nuevo estudio tiene todos y cada uno de los requisitos para ser galardonado el próxima año. Un grupo internacional de científicos ha llevado a cabo algo que puede parecer sorprendente, No obstante que, por lo visto, funciona: han enseñado a las vacas a ir al baño. Conforme afirman en un artículo publicado en la gaceta ‘Current Biology’, las vacas con ‘buenos modales’ permiten poseer los establos limpios Mientras que que se reduce la contaminación del aire. Al parecer, en las granjas en las que las reses están haciendo sus necesidades libremente En tanto pastan, los desechos dispersos por cualquier lado a menudo contaminan el suelo y las vías fluviales. Una opción es confinar a los animales en establos, No obstante en espacios tan reducidos la orina y las heces se combinan para crear amoníaco, un gas de efecto invernadero indirecto. «Por lo general, se asume que el ganado no es capaz de controlar la defecación o la micción», afirma Jan Langbein, psicólogo del Colegio de Investigación de Biología de Animales de Granja (FBN) en Alemania. Una idea equivocada, En tanto que «el ganado, Tal y como muchos otros animales de granja, es bastante inteligente y puede aprender mucho. ¿Por qué no iban a aprender a emplear el baño?». Entrenamiento ‘MooLoo’
Para enseñar a los terneros a ir al baño, un proceso que llamaron entrenamiento ‘MooLoo’, el club del FBN (Alemania) y la Universidad de Auckland (Inédita Zelanda) trabajó al revés. Empezaron recompensando a los terneros en el horario orinaban en las letrinas, y posteriormente permitieron que se acercaran a exactamente las mismas A partir de afuera En el momento en que necesitaban hacer sus necesidades. Los propios estudiosos se quedaron sorprendidos con los buenos resultados de sus Alumnas. «Supusimos que tendría que ser posible entrenar a los animales, Sin embargo no sabíamos hasta qué punto», dice Langbein. Para fomentar el manipulación de letrinas, los investigadores querían que los terneros asociaran la micción fuese del ‘retrete’ con una experiencia ingrato. «Como castigo, usamos por 1era vez auriculares internos y tocábamos un sonido muy ingrato toda vez que orinaban afuera», explica Langbein. «Pensamos que esto castigaría a los animales, sin demasiada aversión, No obstante no les importó. Al definitivo, un chorrito de agua funcionó bien Al idéntico que un disuasivo suave», reconoce. Mejor que los niños pequeños
En el transcurso de unas pocas semanas, el Plantel de investigación entrenó con victoria a 11 de los 16 terneros en el experimento. Sorprendentemente, los terneros revelaron un nivel de rendimiento comparable al de los niños y superior al de los niños muy pequeños. Langbein cree que con más formación esta tasa de logro se puede mejorar Todavía más. «Después de diez, quince, veinte años de investigación con ganado, sabemos que los animales tienen personalidad y manejan diferentes cosas de una forma diferente. No son todos iguales», puntualiza. Esas buenas costumbres favorecen al medioambiente. El amoníaco producido en los desechos de las vacas no contribuye de manera directa al recambio climático, Sin embargo Cuando se lixivia en el suelo, los microbios lo convierten en óxido nitroso, el 3er gas de efecto invernadero más importante entonces del metano y el dióxido de carbono. La agricultura es la mayor fuente de emisiones de amoníaco, y la ganadería representa más de la mitad de esa contribución. En seguida que los investigadores saben de qué forma enseñar a las vacas a ir al baño, desean llevar sus resultados a los establos de ganado. Langbein espera que «en unos años todas las vacas vayan al baño».