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Nobel de Química para los padres de la organocatálisis

El envoltorio de la comida, la gasolina del coche, el fármaco para aliviar el dolor de cabeza o la suela del zapato. La fabricación de muchos productos requiere de un catalizador, una sustancia que estimula y acelera la reacciones químicas sin llegar a formar una parte del producto definitivo. A lo largo de mucho tiempo, se ha considerado que Sólo había dos géneros de catalizadores disponibles: metales y enzimas. Pero el aleman Benjamin List y el estadounidense David MacMillan acudieron capaces, cada uno de manera independiente, de desarrollar un tercer tipo utilizando pequeñas moléculas orgánicas. Se denomina organocatálisis asimétrica y su invención concluye de ser reconocida con el Nobel de Química. Esta herramienta Precisa y barata «ha tenido un enorme impacto en la investigación farmacéutica y ha hecho que la química sea más ecológica», afirman A partir de la Real Academia de las Ciencias sueca. «Este concepto de catálisis es tan simple Al parecido que ingenioso, y el hecho es que muchas personas se han preguntado por qué no lo pensamos antes», ha afirmado Johan Åqvist, presidente del Comité Nobel de Química. Los catalizadores orgánicos tienen un marco estable de átomos de carbono, al que se pueden unir Grupos químicos más activos. Estos a menudo contienen elementos comunes Al similar que oxígeno, nitrógeno, azufre o fósforo. Esto significa que estos catalizadores son ecológicos y económicos de producir. La rápida expansión en el uso de catalizadores orgánicos se debe eminentemente a su capacidad para impulsar la catálisis asimétrica . Cuando se construyen moléculas, a menudo ocurren situaciones en las que se pueden formar dos moléculas distintos, que, Del mismo modo que nuestras manos, son la imagen especular de la otra. Los químicos a menudo Solo querrán una de estas, en particular en el momento producen productos farmacéuticos. La organocatálisis se ha desarrollado a una velocidad asombrosa Desde 2000. Benjamin List y David MacMillan siguen siendo líderes en el campo y han demostrado que los catalizadores orgánicos se pueden emplear para impulsar multitud de reacciones químicas. Usando estas reacciones, los estudiosos ahora pueden elaborar de manera más eficiente cualquier cosa, Desde nuevos productos farmacéuticos hasta moléculas que pueden capturar la luz en las células solares. De esta manera, «los organocatalizadores están aportando el mayor beneficio a la humanidad», comentan Desde la academia sueca. El pasado año, el Nobel de Química viajó a parar a las creadoras de las ‘tijeras genéticas’ CRISPR / Cas9, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna. Esta técnica revolucionaria deja cortar y pegar el ADN a voluntad y editar cualquier manera de vida con una sencillez, rapidez y eficacia extraordinarias. Entre su potencial, el de mejorar cultivos, desarrollar nuevas terapias contra el cáncer y enfermedades hereditarias y Además aun resucitar especies. El premio de Química continua al de Física, dado a conocer Ayer martes, y que se dirigió otorgado el estadounidense Syukuro Manabe y al alemán Klaus Hasselmann, por sentar las bases de nuestro conocimiento del clima de la Tierra, y al italiano Giorgio Parisi, por sus «contribuciones revolucionarias» a la teoría de los fenómenos desordenados y aleatorios. El de Medicina, anunciado el lunes, ha reconocido a los estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos de receptores para la temperatura y el tacto, una datos fuerte para la supervivencia y nuestra interacción con el mundo que nos rodea.