¡Basta de gastos innecesarios! Tras la traición en la Ley Bases, Milei da un golpe contundente reduciendo los subsidios a los gobernadores
Desde el Gobierno aseguran que la medida permitirá compensar la falta de inversión que se esperaba por la Ley Bases y aseguraron que las partidas no automáticas eran utilizadas para hacer política.
Los gobernadores, entre ellos Martín Llaryora de Córdoba y Gustavo Sáenz de Salta, intentaron desafiar al presidente Javier Milei en la importante Ley Bases. Sorprendentemente, enviaron a sus diputados a votar en contra de artículos que anteriormente habían apoyado sin objeciones tanto en comisiones como en el tratamiento general.
Finalmente, con una determinación inquebrantable ante la oposición de los gobernadores y otros sectores minoritarios de la política, Milei ordenó al bloque de La Libertad Avanza que retirara el proyecto, dando lugar a una respuesta contundente contra los traidores.
Apenas 24 horas después del sabotaje en el Congreso, Milei instruyó al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, para que retirara de inmediato el financiamiento que el Gobierno Nacional otorgaba a las provincias por encima de la coparticipación. Esta medida implicó una reducción del 98% en las partidas, dejando solamente los gastos esenciales como salud y educación.
Rápidamente se recortó la asistencia nacional al Fondo Compensador a las Provincias (FCP), al Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), al Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires (FFFPBA), al fondo de asistencia financiera a Provincias y Municipios (ATN) y a las transferencias a cajas previsionales provinciales.
De esta manera, si las provincias desean mantener sus altos niveles de gasto público, tendrán que comenzar a endeudarse, pero no podrán hacerlo con el Banco Nación o el Banco Central, también por disposición de Milei; o emitir cuasimonedas, las cuales no tienen valor y en la práctica implican dejar de pagar salarios reales a los empleados públicos, como está sucediendo en La Rioja.
La respuesta de la Presidencia es clara: recorten el gasto público, reduzcan las nóminas del empleo público, eliminen tarifas y reduzcan el gasto superfluo en áreas que no sean esenciales como la salud o la educación.
Cabe destacar que la gran mayoría de las provincias podría recortar completamente el presupuesto destinado a publicidad en medios, cancelar todos los subsidios para festivales de música y eventos deportivos, eliminar por completo el presupuesto de los ministerios de la mujer y políticas de género, además de reducir el gasto político en choferes, y aún así compensar completamente los fondos recortados, sin afectar por ejemplo las tarifas de los colectivos.
Por ejemplo, Córdoba gastará 27 mil millones en publicidad y los subsidios que “se les quitan” (si aceptaran usar la tarjeta SUBE no perderían estos subsidios) son de 14,5 mil millones. Parece que los números cuadran para todos, ¿por qué tanta controversia?