En los últimos días se generó revuelo por las últimas declaraciones de Miguel Ángel Toma, ex secretario de inteligencia de Menem, quien alertó sobre la presencia de grupos bolivianos infiltrados en Argentina con el objetivo de incitar protestas y derrocar al presidente Javier Milei. Estas declaraciones plantean diversas interpretaciones y abren la puerta a un conflicto internacional si se confirma la intervención del régimen boliviano en la política interna argentina.
Para comprender la gravedad de esta situación y adentrarnos en el funcionamiento de los servicios de inteligencia latinoamericanos, La Derecha Diario entrevistó a Miguel Angel Toma. En la entrevista se discutieron temas como la relación entre Irán y Bolivia, donde se reveló que Bolivia ha firmado acuerdos militares con Irán y ha otorgado pasaportes falsos a iraníes. Esto plantea no solo un problema de seguridad y crimen organizado, sino también una amenaza militar, ya que Bolivia recibiría tecnología y equipamiento militar avanzado de Irán.
Por otro lado, se analiza la posible influencia de Colombia y su candidato Gustavo Petro en este juego político. Se destaca que con la asunción de Petro ha aumentado la actividad de las guerrillas en Colombia, lo que representa una amenaza para la región. Además, se señala una coordinación ideológica y acciones conjuntas entre Nicaragua, Bolivia, Colombia y Ecuador en el pasado, lo cual constituye una amenaza ya que el crimen organizado y el terrorismo pueden unirse temporalmente.
El artículo también plantea la cuestión del rol de Joe Biden en esta situación. Se menciona que más allá de las diferencias entre administraciones, Estados Unidos tiene intereses estratégicos en la región y ve a China como su principal competidor. Por lo tanto, aunque haya diferencias en relación a Rusia, Estados Unidos seguirá preocupado por la presencia y acción de China en América Latina.
En cuanto al accionar de las agencias de inteligencia en Latinoamérica y Argentina, Miguel Angel Toma destaca la necesidad de una reestructuración y limpieza de los organismos de inteligencia en Argentina, especialmente la AFI, que fue inválidada por el kirchnerismo. Se enfatiza la importancia de la profesionalización, el uso de tecnología y el desarrollo de la ciberinteligencia para adaptarse a los cambios y obtener información relevante.
En conclusión, las declaraciones de Miguel Angel Toma generan gran preocupación y plantean interrogantes sobre la presencia de grupos bolivianos infiltrados en Argentina y la posible intervención del régimen boliviano en la política interna del país. También se analiza la relación entre países como Irán, Colombia y China en este contexto. Por último, se destaca la necesidad de reformar y fortalecer los servicios de inteligencia en América Latina y Argentina para poder enfrentar los desafíos actuales.