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“Bidenomics: Un giro radical a la izquierda en la política de EE. UU.”

"Bidenomics: Un giro radical a la izquierda en la política de EE. UU."

La nueva visión política de Joe Biden: Un giro a la izquierda

Las posiciones políticas del Presidente Joe Biden se radicalizan cada vez más hacia la izquierda, retrocediendo a la vieja visión que mantenía el Partido Demócrata a mediados del siglo pasado, y rompiendo con la tradición más bien reformista de los expresidentes Jimmy Carter, Bill Clinton e incluso Barack Obama.

El consenso detrás de las “Bidenomics” está erosionando muchos de los cimientos que garantizaron años de crecimiento para la economía estadounidense.

El histórico funcionario demócrata y exsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, se pronunció sobre la política económica del Presidente Biden con las siguientes palabras: “Estoy profundamente preocupado por la doctrina del nacionalismo económico centrado en la manufactura que se presenta cada vez más como un principio general para guiar la política. Es cada vez más peligrosa e inflacionaria”.

Regulaciones que comprometen millones de puestos de trabajo

La administración Biden está conduciendo una de las mayores y más agresivas acciones regulatorias en contra del sector privado que haya visto la economía estadounidense en décadas.

A través de la Orden Ejecutiva 14.067 endureció el marco regulatorio general sobre las criptomonedas, y al mismo tiempo firmó una orden instruyendo a la Reserva Federal para comenzar el desarrollo de una moneda digital centralizada del Estado. De llevarse a cabo con éxito, esta herramienta profundizaría notoriamente el control y el monitoreo del Gobierno sobre el accionar de los ciudadanos.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) bajo la presidencia de Biden anunció una resolución que endurece estrictamente todas las regulaciones que debe cumplir la industria manufacturera. Se endurecen los Estándares Nacionales de Calidad del Aire (NAAQS por sus siglas en inglés), encareciendo el costo de las empresas industriales con la amenaza de perder hasta 1 millón de puestos de trabajo en los próximos años.

El Gobierno incrementó su voracidad dirigista sobre el sistema financiero y bancario, revirtiendo muchas normativas desregulatorias dispuestas por Carter y Clinton.

Déficit fiscal récord en tiempos de paz

Desde el punto de vista de las “Bidenomics” los elevados déficits fiscales no representan un problema, y de hecho apuntan a compensar un supuesto “exceso de ahorro” en la economía. Esta visión rompe completamente con los postulados adoptados por el Partido Demócrata en los últimos 50 años, marcando una especial discrepancia con los históricos superávits que concretó la administración de Bill Clinton.

La cancelación irresponsable de billones de dólares en préstamos estudiantiles para la clase media y alta, y los excesivos programas de “estímulo” vía obras de infraestructura y subsidios, dispararon el déficit financiero de Estados Unidos hasta el 8,3% del PBI a mediados de 2023. Nunca antes se había visto una cifra de semejante magnitud en tiempos de paz o fuera de una grave recesión.

El último resultado fiscal publicado por el Gobierno evidencia un déficit de por lo menos el 6,2% del PBI, y un rojo primario (sin intereses) del 3,8% del producto. Antes del rescate de préstamos estudiantiles a mediados de 2022, el déficit federal no superaba el 3,7% aún con intereses.

Proteccionismo

La visión comercial de la administración Biden se centra en el incremento de las barreras arancelarias y cuantitativas sobre las importaciones, tanto de China como de la Unión Europea, México y Canadá.

Se inició una política de “subsidios cruzados” para fomentar la sustitución de importaciones y potenciar el comercio desleal (catalogado falsamente como comercio justo) con los principales socios comerciales de Estados Unidos.

Además, Joe Biden pasó a la posteridad como el primer Presidente que se rehúsa a firmar o promulgar un acuerdo de libre comercio en los últimos 40 años, muy a diferencia de sus predecesores demócratas.

El expresidente Clinton inició las negociaciones para el libre comercio con Jordania, Chile, Singapur, y los países nucleados por el TPP, además de implementar el acuerdo NAFTA. Por su parte, el expresidente Obama implementó los acuerdos de libre comercio con Perú, Colombia, Panamá y Corea del Sur. Al día de la fecha, Biden descartó implementar cualquier acuerdo, como por ejemplo el que se encuentra pendiente con el Reino Unido desde el año 2020 (negociado originalmente por Donald Trump).

Masivos aumentos de impuestos

La gran promesa económica para un eventual segundo mandato de Joe Biden es aplicar un aumento generalizado de impuestos sobre los ingresos de empresas y personas físicas, así como también gravar más severamente a las ganancias de capital y a los patrimonios.

La tasa de Sociedades se vería aumentada del 21% al 28% para todas las empresas, la alícuota máxima del impuesto a las Ganancias volvería al 39,6%, la tasa por el Medicare se incrementaría del 2,9% al 5%, y gravaría a las ganancias de capital con una tasa cercana al 40% (la más alta nunca vista en Estados Unidos desde la Primera Guerra Mundial).

Biden propone, además, establecer un impuesto del 4% para la recompra de acciones, duplicar la tasa global sobre los ingresos intangibles con bajos impuestos (GILTI), e incrementar hasta el 20% la tasa impositiva sobre la revalorización de activos (las llamadas ganancias de capital no realizadas), entre decenas y decenas de aumentos impositivos programados.