El fallo del tribunal de Gran Bretaña a favor del fondo Palladian Partners revela una vez más las consecuencias negativas de la gestión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina. La alteración de las estadísticas del INDEC durante su intervención tuvo un impacto directo en el pago de los bonos atados al crecimiento del PBI, perjudicando a los acreedores.
Los bonos con cupón PBI fueron lanzados en el año 2005 con el propósito de incentivar a los inversores a participar en el canje de deuda. Estos bonos ofrecían un pago adicional cada vez que Argentina creciera más del 3% anual, según los datos del INDEC. Sin embargo, en el año 2013, el exministro de Economía Axel Kicillof alteró las estadísticas del organismo y cambió el año base de medición del PBI para manipular la tasa de crecimiento.
La modificación del año base del INDEC en 2013 implicó que los bonos atados al PBI comenzaran a recibir menos retribución. Es decir, el Gobierno kirchnerista cambió deliberadamente las reglas del juego para reducir el pago de intereses de la deuda. Este cambio fue considerado por el tribunal de Londres como motivo suficiente para darle la razón a los demandantes y exigir una compensación de 310 millones de euros.
El fallo de este juicio, que solo involucra al fondo Palladian Partners, puede llegar a costarle a Argentina hasta 1.500 millones de dólares si se suman las demandas conjuntas de los otros fondos litigantes. Este hecho se produce en un momento crítico para el país y sus reservas del Banco Central. A pesar de haber logrado acumular cerca de 8.000 millones de dólares en reservas netas desde diciembre de 2019, es importante recordar que la administración anterior dejó un déficit de divisas de al menos 11.000 millones de dólares.
En resumen, el fallo del tribunal de Gran Bretaña evidencia las consecuencias negativas de la alteración de estadísticas perpetrada por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Las eventualidades del sistema económico y financiero argentino resuenan en esta nueva demanda millonaria, cuyos costos recaen una vez más sobre el país y sus reservas.