El Gobierno de Javier Milei sorprendió recientemente al anunciar la prohibición del uso del lenguaje inclusivo y de la perspectiva de género en toda la administración pública nacional. Esta medida, que ya había sido implementada en las Fuerzas Armadas, ahora se extenderá a todas las dependencias del Estado.
Manuel Adorni, vocero presidencial, fue el encargado de confirmar esta decisión, argumentando que “el lenguaje que contempla todos los sectores es la lengua castellana”. Además, Adorni señaló que las perspectivas de género han sido utilizadas como un negocio político, lo cual justifica la prohibición.
Cabe destacar que el Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, fue uno de los primeros en implementar esta medida, prohibiendo el uso del lenguaje inclusivo en su ámbito y en las Fuerzas Armadas. Esto implica que ya no se podrá utilizar la letra “e” para referirse a personas no binarias, debiendo utilizar los sufijos femeninos o masculinos.
Durante la gestión de Alberto Fernández, se promovió activamente el uso del lenguaje inclusivo en las comunicaciones públicas. Incluso el expresidente utilizó esta forma de lenguaje en un discurso frente a estudiantes secundarios. Sin embargo, esta postura generó controversia con la Real Academia Española y recibió críticas por parte de diversos sectores.
Diversas dependencias públicas, como el Ministerio de Obras Públicas, el INADI, el PAMI y el Ministerio de la Mujer Géneros y Diversidad, entre otros, adoptaron el uso del lenguaje inclusivo de manera explícita. Incluso el presidente Fernández demostró su habilidad para utilizar este tipo de lenguaje durante un acto público.
Con la llegada del nuevo gobierno, encabezado por Javier Milei, se está produciendo un cambio en esta política lingüística. La decisión de prohibir el uso del lenguaje inclusivo y de la perspectiva de género en la administración pública nacional representa un cambio de rumbo en relación a la postura adoptada anteriormente. Es importante analizar las implicancias que esta medida tendrá en el ámbito público y en la sociedad en general.
En conclusión, la prohibición del uso del lenguaje inclusivo y de la perspectiva de género en la administración pública nacional por parte del gobierno de Javier Milei marca un cambio en la política lingüística del país. Esta medida genera controversias y plantea interrogantes sobre la inclusión y la igualdad de género en el ámbito público. Es importante seguir debatiendo estos temas y buscar soluciones que permitan promover la inclusión y la igualdad en nuestra sociedad.