Tercer mes consecutivo de motosierra: El gasto primario del Gobierno nacional registró el ajuste más drástico de los últimos 30 años
La ejecución fiscal del Gobierno impulsó los recortes presupuestarios más drásticos que se hayan visto en décadas. Las erogaciones se encuentran en retroceso, mientras que la recaudación resiste el embate de la caída sobre el nivel de actividad.
Los estudios del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) confirmaron que el ajuste presupuestario que está llevando a cabo el Gobierno del Presidente Javier Milei es el más drástico que se haya visto en 30 años, precisamente desde la histórica reforma del Estado llevada a cabo por Carlos Menem.
La rapidez con la que el Gobierno está logrando ordenar las finanzas públicas es inusitada. El gasto primario devengado de la Administración Nacional registró una caída del 36,4% en términos reales durante el mes de febrero, mientras que ya se había registrado una caída del 30,1% en enero, y otra más superior al 23% en el último mes de 2023. Se concretan así tres meses consecutivos de “motosierra” al Estado.
Los ejes del ajuste presupuestario
Para lograr estos cometidos, el ajuste presupuestario que llevó a cabo el equipo de Luis Caputo se basó en tres ejes principales:
- Reducción del 98% de los gastos a cuenta de transferencias discrecionales para las Provincias
- Reducción a una mínima expresión de todos aquellos gastos vinculados a la obra pública
- Racionalización de la planta de personal del Estado, congelamiento de nuevas incorporaciones, retiros voluntarios, y simplificación de la estructura burocrática (Ministerios, Secretarías, etc)
El análisis del IARAF confirmó que el gasto registrado en obra pública fue el más bajo de los últimos 31 años para cualquier mes de enero, y en febrero se habría mantenido esta tendencia. Solamente en el primer mes de 2024 se efectuó un ajuste no menor al 86% en términos reales sobre los gastos en obra pública, un dato verdaderamente histórico.
El Gobierno envía una firme señal de austeridad a los mercados, dando garantías para el sostenimiento del equilibrio fiscal (primario y financiero), y por lo tanto dando así una mayor dosis de credibilidad para la política monetaria del Banco Central.
La recaudación y sus desafíos
La recaudación tributaria del Gobierno nacional se desplomó un 7% durante el mes de enero, un periodo para el cual se espera una fuerte tendencia bajista sobre el nivel de actividad. Sin embargo, esta caída fue holgadamente compensada y superada por el recorte de los gastos, por lo que no comprometió ninguna de las metas fiscales del Ministro Caputo.
La mayor parte de las caídas en la recaudación se asociaron a impuestos que no fueron actualizados debidamente por inflación, como por ejemplo el impuesto a los combustibles y Bienes Personales. También impactó fuertemente la reforma sobre la 4° categoría del impuesto a las Ganancias sancionada a finales del año pasado, con una fuerte caída recaudatoria de más del 38%.
La recaudación por IVA (fuertemente ligada a la evolución de la actividad) mantuvo una variación casi neutral en enero (una suba del 1,8%), mientras que los derechos de exportación crecieron en más de 50 puntos porcentuales y la recaudación por impuesto PAIS se disparó un 303% en enero.
Estas últimas cifras responden al plan de emergencia anunciado por Caputo a pocos días de asumir el cargo, pretendiendo evitar el deterioro de los ingresos fiscales en términos reales. El Ministro de Economía no está dispuesto a ceder la disciplina fiscal bajo ningún concepto.
Este ajuste presupuestario sin precedentes está comprometiendo seriamente el financiamiento de los distintos programas sociales y de infraestructura que el Gobierno había prometido en su plataforma política. Si bien es cierto que se están logrando los objetivos de ordenar las finanzas públicas y ganar credibilidad en los mercados, no podemos obviar las consecuencias sociales que esto conlleva. Es necesario buscar alternativas que permitan mantener el equilibrio fiscal sin dejar de lado la responsabilidad social y las necesidades de la población más vulnerable.