El Gobierno de Javier Milei ha implementado una serie de reformas en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) con el objetivo de reducir su planta y ponerlo en valor. Bajo la dirección de Carlos Pirovano, el INCAA ha comenzado un proceso de recortes en sus gastos con el fin de sanear sus cuentas.
Contrario a lo que se argumentaba en el gobierno anterior, el INCAA no se autofinancia y actualmente acumula un déficit de .000 millones de pesos que debe ser cubierto por el Tesoro Nacional. A pesar de contar con .000 millones de pesos en ingresos provenientes del impuesto al cine y del 25% de la recaudación del ENACOM, los gastos del INCAA ascienden a .000 millones de pesos, generando un rojo que debe ser cubierto por el Gobierno.
Es importante destacar que la gran mayoría de los gastos del INCAA no provienen de los subsidios destinados a las películas, sino que el 80% de sus erogaciones se destinan a sueldos propios y al mantenimiento de sus numerosos edificios, incluyendo la ENERC y el cine Gaumont. Solo un 20% de los gastos se destinan a subsidiar películas del cine argentino, generando una situación inusual: la mayor parte del dinero recaudado por el INCAA se destina a cuestiones operativas del instituto, dejando solo una pequeña fracción para cumplir con su función principal.
En la actualidad, el INCAA cuenta con aproximadamente 1.000 empleados. En comparación, en 2005, cuando cumplía el mismo rol y entregaba la misma cantidad de subsidios, tenía tan solo 90 empleados.
Con el objetivo de corregir esta asignación inadecuada de recursos, Carlos Pirovano ha firmado la Resolución 16/2024, “Suspensión de Erogaciones Económicas en el Marco de la Racionalización de Recursos”, mediante la cual se han recortado .791 millones de pesos en gastos. Esto incluye el recorte de empleados contratados políticamente, suspendiendo horas extras, chóferes, viáticos y subsidios a festivales y a las provincias.
El Gobierno de Javier Milei busca lograr un déficit cero en el INCAA este año, implementando medidas de austeridad y racionalización de recursos. Estas reformas son necesarias para poner en valor al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y asegurar su futuro sostenible.
Fuente: La Derecha Diario